... y una noche de sexo sin límites entre los tres. Cabe destacar que habitualmente, cuando a dos personas que son colegas pero no las une una amistad muy estrecha, si tras una noche de fiesta acaban enrollados no es tan grave (muchas veces quizá se trata del impulso que necesita su relación para avanzar a un nivel deseado por ambos), pero en cambio si pasa entre dos personas a las que no les une una relación de carácter sexual, pero que sí que son amigos cercanos por haber compartido ambos mucho tiempo, experiencias e intimidades la cosa suele ser mucho peor, más que nada porque en muchos casos al día siguiente no saben como reaccionar. Por arrojar luz a este sentimiento de forma tan brusca creo que es por lo que apruebo la película. La afirmación del narrador omnisciente que los dos amigos nunca volvieron a verse es de un impacto brutal que le hace a uno reflexionar sobre como evolucionan las relaciones humanas en el tiempo y el hecho de saber que el personaje de Maribel Verdú tenía los días contados también impresiona. Hay una crítica que dice que en realidad la amistad de esos chavales era de humo, pues se basaba sólo en lo banal. Quizás mientras ambos eran de esa naturaleza dicha unión era necesaria, probablemente buena parte de las personas que están en nuestro círculo social no lo estarán indefinidamente, tan sólo durante el tiempo necesario (hasta el siguiente paso, el siguiente período, la siguiente evolución) y ya está.

Película en la que cuesta un poco entrar debido a los marcados localismos, temática algo complicada e incómoda por la constante falta de madurez de los chicos. Las escenas de sexo me parecen viscerales, pero algo inoportunas en el sentido que la balanza no está equilibrada. Vale que la idea final es que los chicos adquirieron mucha madurez tras este viaje, pero condicionar al personaje de Maribel Verdú -que con un par de arranques carismáticos y decididos se merienda sin dificultad a los personajes jóvenes- a la mortalidad inminente como la excusa que la 'fuerza' a hacer este viaje con ellos (si no ya me contaréis qué interés tendría en viajar a algún lado con dos críos babosos sabiendo perfectamente todo) me parece un poco tramposo y antinatural. Por ejemplo se me viene a la mente 'Soñadores' de Bertolucci y el triángulo estaba más compensado porque los protagonistas eran de la misma edad. Ahora que lo pienso fueron bastantes las ocasiones en las que el cine ha reflejado como mucho más inmaduros, inocentes e inseguros a los amantes precoces varones que a ellas. O al menos esa es la imagen que se nos suele dar. Pero de todas formas tengo una ferviente impresión de que hay un tipo de madurez que las chicas adquieren y desarrollan antes que nosotros.