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Voto de Ferdydurke:
6
5,4
122
Bélico. Drama. Aventuras
Junio de 1808, las tropas de Napoleón invaden España. Un niño llamado Isidro hará resonar su tambor en las montañas de El Bruc, haciendo creer al ejército francés que miles de hombres armados les esperan para hacerles frente... Remake del film "El tambor del Bruch" de 1948. (FILMAFFINITY)
31 de agosto de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tierna fábula sangrienta que parece la hija secreta, madre o hermana, qué importa, pero más querida de dos series españolas de toda la vida de dios, sea, "Verano azul" y "Curro Jiménez".
Cuando Jorge Sanz, de niño listo, era un grandísimo actor, antes de crecer y estropearse, de echar todo su talento interpretativo por la borda, siempre disminuyendo, nos pasa a todos, a él más descaradamente.
La lucha del pueblo español, representado aquí por el catalán, todos hijos del mismo dios, hermanos de sangre, contra el invasor/opresor francés, de la revolución a la reacción, emperador Napoleón. A las armas contra el vil enemigo, nos da igual que nuestro rey sea Carlos o Fernando, monta tanto, nosotros luchamos por los nuestros, los de abajo.
La película es tan sencilla y modesta como hermosa y poderosa, tan esquemática y transparente como vigorosa y recia. Un prodigio de claridad narrativa, de sobriedad emocional y de mesura intelectual.
Fluye entretenidamente, nada le sobra ni falta, todo es justo y necesario, nada chirría o molesta.
La tragedia y la alegría, el valor y la cobardía, la maldad y la entrega, todo le cabe y con galanura lo muestra.
Es quizás pedestre e infantil, ya insinuamos que más un cuento ameno que una novela seria, pero perfecta en intenciones, hechos y resultados; un pequeño milagro repleto de inteligencia y humildad. Viva Jorge Grau y la madre que lo parió.
Cuando Jorge Sanz, de niño listo, era un grandísimo actor, antes de crecer y estropearse, de echar todo su talento interpretativo por la borda, siempre disminuyendo, nos pasa a todos, a él más descaradamente.
La lucha del pueblo español, representado aquí por el catalán, todos hijos del mismo dios, hermanos de sangre, contra el invasor/opresor francés, de la revolución a la reacción, emperador Napoleón. A las armas contra el vil enemigo, nos da igual que nuestro rey sea Carlos o Fernando, monta tanto, nosotros luchamos por los nuestros, los de abajo.
La película es tan sencilla y modesta como hermosa y poderosa, tan esquemática y transparente como vigorosa y recia. Un prodigio de claridad narrativa, de sobriedad emocional y de mesura intelectual.
Fluye entretenidamente, nada le sobra ni falta, todo es justo y necesario, nada chirría o molesta.
La tragedia y la alegría, el valor y la cobardía, la maldad y la entrega, todo le cabe y con galanura lo muestra.
Es quizás pedestre e infantil, ya insinuamos que más un cuento ameno que una novela seria, pero perfecta en intenciones, hechos y resultados; un pequeño milagro repleto de inteligencia y humildad. Viva Jorge Grau y la madre que lo parió.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Qué sabia era ya por entonces Mercedes Sampietro, sabía latín y arameo, cómo rápidamente abandona al calzonazos mastuerzo de su inútil marido para montarse en el caballo del más guapo revolucionario, esa cabellera indómita y esa bizarría inaudita, habrase visto, ayudando como una jabata, peleando, vaya leona, cabalgando todo el santo día, agrandando la vida.
Y qué sutil y bella la historia de amor infantil; cómo se quieren Nuria, qué pilla y valiente, e Isidro, tanto pundonor y grandeza.
Hasta nos regalan escaramuzas guerreras entre árboles y maleza, como si estuviéramos viendo una de Robin de los bosques.
Les echaron, ni siquiera los colaboracionistas afrancesados pudieron evitarlo.
Curas buenos y otros de más alcurnia no tanto.
La familia y la sangre tiran más que nadie.
Y qué sutil y bella la historia de amor infantil; cómo se quieren Nuria, qué pilla y valiente, e Isidro, tanto pundonor y grandeza.
Hasta nos regalan escaramuzas guerreras entre árboles y maleza, como si estuviéramos viendo una de Robin de los bosques.
Les echaron, ni siquiera los colaboracionistas afrancesados pudieron evitarlo.
Curas buenos y otros de más alcurnia no tanto.
La familia y la sangre tiran más que nadie.