Pues nunca mejor dicho lo del título. Una historia real que pasó a ser un documental en el 2011 (Jamie: Drag Queen at 16) luego un musical teatral en Shenfield y de ahí a Londrés. Y como todos hablaban bien de Jamie pues a la gran pantalla de manos del director y coreografo que se hizo cargo de ella en las tablas londineses.

Una historia queer bienintencionada sobre la libertad de identidad con canciones alegres y emotivas que apuesta por la tolerancia y la identidad de género. Buterell criba los números musicales incorpora uno nuevo e imprime ritmo, color y estética de videoclip para los variados números musicales.

Richard E. Grant añade veterania a un elenco bien elegido pero es el debutante Max Harwood (1997)  el que se zampa literalmente la pantalla con su carisma y desparpajo teñido de fragilidad adorable y como cantaba "La charanga del tio Honorio" allá por los 70: "¿Qué se pue hacer...?. Hay que quererlo.". Harwood sustituye sorpresivamente a John McCrea quien triunfó con el personaje de Jamie New sobre los escenarios.

Aboga Hardwood en una entrevista que le gustaría que los actores queer no solo interpretaran papeles gays, de Drag o temática similar. Ojalá lo consiga y abra camino; tiene mimbres y se lo ha ganado.

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