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España España · Madrid
Voto de NAPS:
4
Acción. Aventuras. Drama En el año 180, el Imperio Romano domina todo el mundo conocido. Tras una gran victoria sobre los bárbaros del norte, el anciano emperador Marco Aurelio (Richard Harris) decide transferir el poder a Máximo (Russell Crowe), bravo general de sus ejércitos y hombre de inquebrantable lealtad al imperio. Pero su hijo Cómodo (Joaquin Phoenix), que aspiraba al trono, no lo acepta y trata de asesinar a Máximo. (FILMAFFINITY)
21 de febrero de 2011
8 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rehago esta crítica porque reconozco que la anterior la escribí en un arrebato de ira.

Dejando atrás la edad de oro del cine, años 50 y 60, en el que los grandes hitos del género épico vieron la luz, nos adentramos en una era en la que poco importa el cómo se hagan las cosas mientras se hagan. Da igual que se hagan deprisa y corriendo, da igual que encendamos la fotocopiadora para imprimir una absurda copia igual a la anterior, y a la anterior, y a la anterior a esa. Gladiator se convierte así en un refrito de clichés variopintos fruto de las sagas herederas de BraveHeart. Lástima que tal refrito lo tenga que firmar Ridley Scott, puesto que está lejos de parecerse si quiera a otras obras suyas como Blade Runner o Alien.

La simplicidad de Gladiator recae en la cojera que arrastra su guión, que no es más que una conjetura adornada con una fotografía heredera de la oscarizada de Kaminski, Salvar al soldado Ryan, es moderna, novedosa y bastante mediocre a partes iguales. Aparentemente no hay nadie más en la película que Russel Crowe, que lidia con sus traumas y se convierte así en una antípoda a Frodo Bolsón igualmente irritante. El héroe ya ha sido forjado y se comporta igual a lo largo de todo el metraje, no hay profundidad alguna y por ende, no hay psicología. La historia pronto se convierte en una sucesión de pequeños combates entre el héroe y la adversidad, el héroe y los bárbaros, el héroe y un tigre, el héroe y Sir Arthur Conan Doyle... es infumable.

Para variar, la banda sonora constituye una sinfonía sin igual (mentira), que merece la pena ser escuchada en solitario (es decir, sin la película). Como viene siendo habitual en Hollywood y en Hans Zimmer (que lo mismo es) la banda sonora parece contar la película mejor que la misma cinta. Demasiada obra épica para un tiempo que no lo fue tanto, al menos, para un tipo (Máximo Décimo Meridio) que se supone le pasan más desgracias que al portador del anillo.
Pienso que Gladiator no es precisamente un DRAMA romano, sino más bien un cruce entre un algo perdido Lawrence de Arabia y un Will Turner con armadura y esteroides. En definitiva creo que se trata de un blockbuster de aventuras salido de las faldas de Braveheart, lo malo es que en BraveHeart al menos, me reía más. Se puede comprobar muy bien cómo formará parte de las estanterías de todo el mundo junto a Troya, El reino de los cielos, Braveheart o Alejandro Magno y serán 5 Oscars tirados a la basura.

El punto: Soy Máximo Décimo Meridio Crowe... maldición!... corten!!!!

Nota: 4

"Si hubieran esperado dos años a que Yôji Yamada les hubiera dado clases... otro gallo
cantaría."
NAPS
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