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Voto de echulin:
4
4,7
5.117
Acción. Thriller
Un condenado a muerte es llevado a un reality show en una isla desierta. Pronto descubrirá que no está solo y que debe luchar a muerte contra otros nueve asesinos. Un violento y sangriento concurso visto en todo el mundo a través de internet. ¡Morir o matar! Quizás esta pueda ser su única oportunidad de ser libre de nuevo.
9 de octubre de 2015
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El problema de esta película es que la trama está ya manida. Hay muchas películas de cazadores y cazados, que aportaron ideas frescas en su día ('Predator', 'Battle royale',...). Por poner un ejemplo, dos años después se estrenaría 'Gamer', que partiendo de la misma idea parece una peli totalmente distinta y novedosa.
Aún así, se podía haber hecho una película aceptable si no hubiese caído en todos los tópicos habidos y por haber, tantos que esta película no debería pasar del horario de sobremesa entre semana. En el spoiler me despacho a gusto a este respecto.
Tiene bonitos paisajes naturales, y se deja ver, pero es una pena que ya que se gastan un pastizal, que no hayan sabido sacarle partido.
Aún así, se podía haber hecho una película aceptable si no hubiese caído en todos los tópicos habidos y por haber, tantos que esta película no debería pasar del horario de sobremesa entre semana. En el spoiler me despacho a gusto a este respecto.
Tiene bonitos paisajes naturales, y se deja ver, pero es una pena que ya que se gastan un pastizal, que no hayan sabido sacarle partido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Hagamos un rápido repaso por los tópicos de la película.
El bueno, es buenísimo. Pese a ser un mercenario, de los que matan por dinero, llegado a la isla no quiere matar a nadie, ni pelear con nadie. No importa que lleve en la pierna una bomba y que le hayan dicho que en 30 horas explota salvo que él sea el único superviviente.
El condenado malo, es malísimo. Disfruta matando, con saña, haciendo que la víctima padezca durante horas. Se toma la supervivencia como algo personal, y no como algo pragmático.
No podía faltar un asiático haciendo artes marciales imposibles. En los 80 se pusieron de moda y salían en toda peli de acción que se preciase. Es hora de retomar un clásico.
El productor malo, también es malísimo. Quiere cuanta más sangre mejor, cuanto más padecimiento mejor. No le importa huir dejando atrás a todo el equipo, incluida su novia. Ayuda al condenado malo mandándole todo tipo de armas. Se ve que no le preocupa que los 40 millones de espectadores se cabreen por ese trato de favor.
La novia no se sabe cuánto tiempo lleva con el productor, pero ha esperado a este programa para darse cuenta de que es sádico, maquiavélico, egoista y avaricioso. Se ve que hasta entonces pasaban los fines de semana viendo películas de Meg Ryan.
El FBI o la CIA son incapaces de encontrar al ciberdelincuente. Pese a que los usuarios tienen que pagar por conectarse, y visualizar el tráfico de cierta IP, no hay manera de dar con él.
Hay que provocar al espectador, pero con mojigatería. Cualquier escena fuerte es autocensurada. Ni siquiera se habla abiertamente de lo que se está emitiendo. Se insinúa, se ve algún plano fugaz, pero nada de sustancia. Dos ejemplos son la violación de la sudamericana, y la tortura hasta la muerte del marido.
El bueno, es buenísimo. Pese a ser un mercenario, de los que matan por dinero, llegado a la isla no quiere matar a nadie, ni pelear con nadie. No importa que lleve en la pierna una bomba y que le hayan dicho que en 30 horas explota salvo que él sea el único superviviente.
El condenado malo, es malísimo. Disfruta matando, con saña, haciendo que la víctima padezca durante horas. Se toma la supervivencia como algo personal, y no como algo pragmático.
No podía faltar un asiático haciendo artes marciales imposibles. En los 80 se pusieron de moda y salían en toda peli de acción que se preciase. Es hora de retomar un clásico.
El productor malo, también es malísimo. Quiere cuanta más sangre mejor, cuanto más padecimiento mejor. No le importa huir dejando atrás a todo el equipo, incluida su novia. Ayuda al condenado malo mandándole todo tipo de armas. Se ve que no le preocupa que los 40 millones de espectadores se cabreen por ese trato de favor.
La novia no se sabe cuánto tiempo lleva con el productor, pero ha esperado a este programa para darse cuenta de que es sádico, maquiavélico, egoista y avaricioso. Se ve que hasta entonces pasaban los fines de semana viendo películas de Meg Ryan.
El FBI o la CIA son incapaces de encontrar al ciberdelincuente. Pese a que los usuarios tienen que pagar por conectarse, y visualizar el tráfico de cierta IP, no hay manera de dar con él.
Hay que provocar al espectador, pero con mojigatería. Cualquier escena fuerte es autocensurada. Ni siquiera se habla abiertamente de lo que se está emitiendo. Se insinúa, se ve algún plano fugaz, pero nada de sustancia. Dos ejemplos son la violación de la sudamericana, y la tortura hasta la muerte del marido.