La verdad que aquí ya había demasiado Tiburón, la verdad que mejora un poco más la tercera parte ya que era desastrosa pero está claro que esta cuarta entrega sigue siendo mala, no tanto como la anterior, pero mala.
La película intenta seguir la línea de la familia traumatizada por el pececito y se crea una historia en contra de toda ley natural, un pez vengativo que les persigue allí donde vayan.
Bueno es gracioso y ridículo pero gracias a esa idea tonta, da lugar a una siguiente entrega absurda y terrible.
La decadencia de Tiburón ya había llegado y esta última entrega lo crucifica totalmente.
Tenemos un Tiburón un poco romántico con la aparición de Caine, la verdad que no se cuanto le tuvieron que pagar para que apareciera en esta mierda aunque sus escenas salvan un poco la película.
Tiene un comienzo agradable, dos o tres escenas que se pueden ver pero ya se ha perdido la esencia de un tiburón que sabía matar, Spielberg y su clásico.