Eso es lo que consigue la película. Esto de inteligente, entretenido o interesante entre otras muchas cosas tiene lo mismo que el conde Lequio de actor. Erotismo de segunda división para una película más que estúpida.

Película que también me hace comprender el motivo por el que Bruce Willis quiere volver a interpretar a John McClane. En los últimos años, tras dos exitosas colaboraciones con Shyamalan se ha hundido y tan solo su interpretación en "Sin City" ha sido bien valorada aunque siempre a la sombra de la de Mickey Rourke. Muchos papeles o cameos de 5 minutos que no aportan nada a la película ("Ocean´s Twelve", "El granjero astronauta", "Alpha dog") y a la hora de elegir papeles más protagonistas ha estado menos atinado. Vamos que todo esto quiere decir que el tito Bruce necesita ya un éxito en su carrera, sea la película buena o mala, y la cuarta parte de "La jungla" es un seguro de vida. De Halle Berry no hay mucho que decir puesto que las elecciones de papeles que suele hacer ya dicen mucho. El resto de secundarios parecen pedruscos que deberían estar avergonzados de salir en esta película.

El nefasto guión de la película unido a la torpe e inútil dirección de aquel director que un día tuvo la fortuna de contar con un guión de David Mamet y con un reparto espectacular en la para él ya muy lejana "Glengarry Glen Ross", hacen que pierdas el interés por este coñazo de proporciones bíblicas, épicas, monumentales, etc. Por no hablar ya de un final de esos de infarto, con típica sorpresa que ya de delirante te hace reir.

Es bastante amena hasta que se convierte en ridícula dice el crítico Michael Phillips. Tiene mucha razón. Lo malo es que se convierte en ridícula a los 30 segundos de comenzar. Eso sí, esos 30 segundos me parecieron muy amenos. Poco hay que destacar de la película, de unos actores en declive, si acaso que Halle está de buen ver.