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España España · Madrid
Voto de Pavorosa:
3
Comedia. Terror. Fantástico En 1752, los Collins y su hijo Barnabas zarpan de Liverpool con destino a América para librarse de la misteriosa maldición que pesa sobre su familia. Con el paso de los años, Barnabas (Johnny Depp), un playboy impenitente, se convierte en un hombre rico y poderoso que comete el error de romperle el corazón a Angelique Bouchard (Eva Green). Ella, que es una bruja, lo condena a un destino peor que la muerte: lo convierte en vampiro y lo ... [+]
3 de agosto de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ligeramente entretenida... a ratos. Pero esta película me pareció un chiste en sí misma. Me temo que el genio de Tim Burton se va escondiendo poco a poco en la lámpara, hasta que algún día sólo le quede el nombre. Ciertamente, después del maquillaje vampírico de Crepúsculo pensé que mis ojos no verían uno peor... obviamente, me equivoqué. Un "hurra" desganado por ellos si lo hicieron a propósito.
Pero es que, veamos. Tenemos una bruja con maldiciones de sobra y un vampiro con ansías de sangre y de venganza. Un aplauso, porque en vez de peleas a muerte discuten sus diferencias a través de empresas de sardinas enlatadas. ¿Para qué partir el cuello de esa bruja si podemos hipnotizar a Chanquete para contratarlo como Capitán Pescanova mientras le regalamos al público una de las peores escenas sexuales de la historia?
Si hubiera peleado a muerte contra la mujer de cerámica desde un principio, nos habrían ahorrado un argumento alocado, sin pies ni cabeza, con más humor absurdo que sangre en un contexto tétrico. Hagamos una fiesta mientras fumamos por la paz... así escribieron el guión también supongo. Por no hablar, de lo predecibles que resultan sus pequeñas sorpresas. Por lo menos su final -pese a predecible- nos deja con buen y mal sabor de boca a la vez.
En resumen, según la estás viendo puede parecer buena, una obra de arte. Pero si la analizas, trata de la historia de unos pescadores con poderes enfrentados por despecho. Además, se reservan la artillería pesada de monstruos ridículos para el final. Uh, que miedo me dan las profundidades del mar. Mamá-fantasma, ya podías habernos librado de este tedio desde el principio, ¿cómo osas hacerte desear tanto?
Los escenarios, una pasada. Pero esta nueva versión de "vampiro", ridícula como pocas. Drácula se está revolviendo en su tumba. Desilusionada me quedo, desilusionada y muy perpleja. Eso sí, no le pongo mala nota porque esta mierda es de la buena, de esa que te arrancaría más de una carcajada si no estuvieras con cara de pez frente a la pantalla: ojos muy abiertos, quizá con ganas de arrancártelos, pero sin ser capaz de apartar la mirada; y los labios entreabiertos, aunque no sabes en ningún momento si estás a punto de reírte con ellos, de reírte de ellos, o de abuchear.
Eso sí, Johnny Depp revive ligeramente como actor en esta película, ya que interpreta su papel de lujo. Sombras tenebrosas, no. Sombras espantosas. Perpleja me deja, sentada en mi asiento durante varios minutos una vez ya ha terminado, completamente en trance. Tal vez, sea hipnosis. Me imagino a los responsables de este bodrio, tras su llegada al trabajo, diciéndole a los actores: "Venga, improvisar". Y ellos por supuesto, se limitan a hacer tonterías una y otra vez por simple diversión.
Pavorosa
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