Sin haberme gustado la de Verhoeven fui al cine con esperanza de que la misma historia en manos de otro director (cabe destacar mi odio declarado por Paul Verhoeven) pudiera ser mejor.
A mí Verhoeven me cae pesado porque siempre le dedica medio film a mostrar escenas morbosas e innecesarias.
En esta nueva versión el morbo desaparece pero con él se va también el humor (Farrell no se viste de mujer, ni se pone la toalla en la cabeza y no aporta ningún chiste como sí lo hacía Arnold en la del '90), tampoco tenemos un malo muy interesante que digamos y pese a que Beckinsale es lo mejor del film ni de lejos roza los pies de Stone.
Mejora obviamente en efectos especiales y en la construcción de ciudades futuras muy logradas.
Farrell no es mal actor pero lo que en Schwarzenegger hacían los músculos y el movimiento en Farrell se desinfla, es decir, cuando uno va a ver al viejo Arnold ya sabe de ante mano que serán patadas y poco gesto, pero Farrell al no aportar patadas debió darnos algo más de gestualidad y no lo hizo.

Lo mejor: Beckinsale.
Lo peor: no aporta nada como remake.