Hay thrillers muy buenos con unas interpretaciones fabulosas pero vacíos, con el simple propósito de entretener. Pero este pese a tener algunas flaquezas con la trama, y algunas interpretaciones tiene un mensaje tan potente y necesario que lo eleva y deja esas deficiencias a un lado.

Puede que a Spike Lee se le pueda reprochar que en su filmografia gira entorno a un tema. El racismo existente, no ya sólo en EE.UU sino en el mundo. Es muy necesario y siempre lo será recordar cuales son los orígenes, los síntomas de su existencia y saber las claves para su erradicación. Un thriller aceptable con sus toques de humor, buena música, fotografía lo más a destacar.

También hay cabida para la reflexión, desde la parte de las víctimas también se cometen errores a la hora de generalizar y etiquetar a los policías de racistas y matones pero también a otros sectores de la sociedad haciendo el director hincapié de que no todos son iguales. Hace falta aún mucha educación y formación en muchas instituciones oficiales del Estado para erradicar el racismo.