Una película con un reparto bastante por encima de la media, con un guión bien trenzado y una dirección que dota de ritmo y continuidad a la historia que, además, está bien contada y entretiene. Es decir, una película que se ve con agrado y que, aunque no inventa nada nuevo, podría haberse estrenado en cines, algo que, salvo error mío, no ha sucedido.

Del Toro, Timberlake y Silverstone están impecables, me encanta ver de nuevo en pantalla a Alicia SIlverstone, una actriz que pudo haber sido mucho más de lo que hasta ahora ha resultado, supongo que le faltó acierto a la hora de elegir papeles, no lo sé, en cualquier caso se ha prodigado muy poco, al menos en la gran pantalla, esa pantalla que poco a poco nos están hurtando con tanto estreno en plataformas televisivas que acaban viéndose en tablet, ordenadores o incluso en móviles. Por favor.

La historia del policía que se ve en la encrucijada de hacer lo justo aunque no sea comprendido por sus compañeros corruptos está ya contada en muchas ocasiones, pero aquí se hace con acierto.

Una película más que potable.