Comienza la cinta y un tsunami arrasa Indonesia, pinta bien, sigue pintando, venga vamos!!! y ya. Decepción total y rotunda.

Más allá de la vida me deja con la boca abierta, dos horas de película y es como si no hubiera pasado nada. Parece una broma y no lo es. La última peli de Eastwood me ha parecido, perdón por la expresión, un auténtico coñazo. Salgo del cine casi enfadado y no doy crédito a lo que he visto.

La película nos cuenta tres historias bien diferenciadas, la periodista (Cecile de France) que pasa con su novio unos días en Indonesia y el tsunami se la lleva por delante, ve la muerte de frente y se obsesiona con el más allá. Dos gemelos londinenses cuidan más de su madre, drogadicta y borracha, que ella de los pequeños, uno muere, el otro se traumatiza. Y por último un parapsicólogo (Matt Damon) que no quiere contactar más con los muertos “no es un don, es una maldición”, dice el protagonista.

Todo está bien hecho, menos el guion. Falta profundidad, falta vida, falta rapidez… todo me ha resultado superlativamente soso. La realización, la fotografía, la banda sonora, esto funciona perfectamente, pero si la historia no ayuda, no se puede hacer nada más. El hecho se perdona porque el que dirige es uno de los más grandes directores que actualmente existen, pero esperemos que se haya dado cuenta de su error y la próxima vez nos anime algo más.

No sé muy bien que nos ha querido contar, la muerte está ahí y a todos nos llegará. ¿Qué hay después de la muerte? ¿Reposan en paz los muertos? ¿Nos ayudan desde el más allá?