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España España · Málaga
Voto de Lukas:
6
Comedia Un viejo cura de ideas anticuadas es destinado a un barrio de los suburbios de Madrid. Allí, el clima revolucionario y el anticlericalismo dominante hacen fracasar todos sus intentos de apostolado. El Arzobispado le amonesta y le exige que renueve sus métodos, tomando como ejemplo a un joven sacerdote de una parroquia moderna. La aplicación en su barrio de lo que ha visto en esa parroquia desencadena episodios de lo más rocambolescos. (FILMAFFINITY) [+]
19 de diciembre de 2023
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Como suele suceder en este tiempo navideño, empiezan a poner películas especiales para esta época, y ayer mismo había dos que me llamaron la atención: La vida de Brian, y ésta que paso a comentar, ¡Se armó el belén! Al final, decidí ver la de Sáenz de Heredia, ya que la otra la daban en un canal con publicidad y no quería tragarme miles de spots. Que mucho canal, mucho canal, y estamos aún como en los años 80… En fin, me he propuesto ver pelis navideñas, pero no las típicas de todos los años. Hay que cambiar un poco, de lo contrario uno se apolilla.

Quien no quiere cambiar es el personaje que interpreta aquí Paco Martínez Soria, este cura retrógrado al que le encargan una misión que parece imposible: impulsar la asistencia a la parroquia de los fieles que aún quedan, ya que los “años hippies” y comunistas están haciendo de las suyas, junto con los rockeros y melenudos de turno. El Arzobispado le da las instrucciones, el pobre cura alucina cuando ve cómo se las gasta el cura moderno que le ponen de ejemplo, y al final intenta por todos los medios “”renovar” la parroquia, con desigual suerte. El argumento es lo de menos, lo importante es el tono general, de comedia bienintencionada, para pasar el rato. Hay que darse cuenta de las circunstancias de la época: finales de los 60 (fue rodada en 1969), cuando Franco estaba ya en las últimas pero aún daba guerra; una situación general de Modernidad, adonde quiera que uno fuera, que aquí se ve de forma un poco caricaturesca; y unos intentos un poco vanos de frenar todo eso, el devenir inevitable de la sociedad. Con estos mimbres, Sáenz de Heredia y su guionista Salvia imponen esta comedia burlona, en donde, con el Régimen como bandera, tratan de poner en solfa tanta modernez.

¿Lo consiguen? Desde luego que sí. Se valen de un cuadro, de un elenco de actores, bastante apañao: Paco Martínez Soria es uno de los grandes actores del cine español, por mucho que les pese a los modernos. Aquí lo vemos más contenido, muy metido en su papel, aunque al parecer, no gustaba mucho de la Iglesia. Secundarios como Manuel Alexandre siempre son maravillosos. Los otros, también dan la talla: Germán Cobos, Rafael López Somoza, Irán Eory (una rubia deslumbrante) y muchos más. De la cinematografía y la música, mejor no hablar: es algo añadido, no tenía mucha importancia. Lo que importa es el cachondeo tierno que se traen todo el rato, esa retranca de PMS, esos diálogos, esas críticas a lo moderno y, por qué no, ese “buenismo” de muchas secuencias, normal en una ideología tan pueblerina y dictatorial. Pero es la España auténtica, no la que nos quería colar Carlos Saura o Víctor Erice. La España de verdad es cateta, apesta a naftalina y a bacalao y está un poco manga por hombro. Y los belenes vivientes siguen haciéndose, por suerte, pese a quien le pese.
Lukas
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