Bueno, la verdad es que no tengo mucha cosa que decir. Simplemente que me aburrí durante hora y media de película, y me fui del salón de mi casa soltando improperios, pensando en que podría haber pasado todo ese rato echando cañas en el bar.

Repetitivos, exagerados y recurrentes saltos increíbles sin sentido alguno. Música épica a cada dos escenas que acabas por odiar junto a todos y cada uno de los instrumentos de cuerda del planeta tierra. Una película con una brutal duración y tediosa a más no poder.

Acabas de Johnny Depp hasta los mismísimos huevos. El llanero solitario es un auténtico pelmazo de la clase cinco, adelantando por la derecha a otros peñazos del mismo actor. Histriónico a más no poder y chupa-cámaras empedernido, se hace enormemente pesado con sus ocurrencias descafeinadas y su acento de indio imbécil.

Un desperdicio total de presupuesto y actores, y un despropósito gigantesco de la mano de Gore Verbinski, el cual interpreto que mientras dirigía ésta porquería de filme iba hasta las cejas de crack o LSD.