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España España · Tarragona
Voto de XuCoOo:
8
Bélico. Drama Narra la historia de Desmond Doss, un joven médico militar que participó en la sangrienta batalla de Okinawa, en el Pacífico durante la II Guerra Mundial, y se convirtió en el primer objetor de conciencia en la historia estadounidense en recibir la Medalla de Honor del Congreso. Doss quería servir a su país, pero desde pequeño se había hecho una promesa a sí mismo: no coger jamás ningún arma. (FILMAFFINITY)
12 de diciembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El primer aviso va para aquellos con estómagos sensibles, pues Mel Gibson ya dirigió La Pasión de Cristo y sabemos que la sangre se servía en cantidades abundantes. En esta película no va a ser menos, no cuando hay que narrar la crudeza de las batallas de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, durante los primeros minutos de metraje conoceremos a Desmond Doss, un hombre cuyo pasado nos revelará sus acciones futuras. Su padre, ex soldado y alcohólico (muy bien Hugo Weaving) marca su forma de ver la vida. Andrew Garfield (The Amazing Spider-man) da vida a Doss, un actor que, si bien no es santo de mi devoción, me hace admitir lo brillante de su interpretación.

La primera parte es quizás ligera y fácil, endeble incluso, aunque necesaria para que se genere la empatía necesaria con Desmond Doss, pero cuando se enfoca hacia lo bélico es un no parar de idas y venidas, confusión controlada, sangre, vísceras y dosis de cruenta realidad que salpica al espectador y hace que nos demos cuenta de la obra ante la que estamos. Hacía tiempo que no se realizaba una película bélica de tal calibre, inevitable comparar sus escenas con Salvar al soldado Ryan. Que HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE no sea una obra de mayor nivel es a causa de esa primera parte, en la que todo va con demasiada rapidez y, quizás, no era importante haberle dedicado tanto tiempo. Su amor (la bella Teresa Palmer) es demasiado forzado y fácil como para creérselo.

Los secundarios están bien, empezando por Hugo Weaving e incluso con Vince Vaughn, un actor cómico que intenta aspirar a ser el sargento de La chaqueta metálica pero que poco a poco consigue desquitarse de esa vis cómica a la que nos tiene tan acostumbrados. Digamos que la primera parte, el entrenamiento en el cuartel, la presentación de su escuadrón y el juicio por ser objetor de oonciencia es algo muy manido ya en películas del género, por lo que HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE despega de forma sobresaliente cuando llegan a las trincheras para batirse contra unos japoneses a los que se les presenta como auténticos animales sin miedo a morir.

Las escenas son impactantes, violentas y sangrientas a más no poder. Seremos testigos, mientras Desmond Ross lucha por sus convicciones y por salvar cuantos más miembros de su equipo mejor, de balazos en la cabeza, desmembramientos, vísceras y ratas devorando todo a su paso. Una película que reza ser antibelicista y que nos muestra la crueldad de una guerra que no solo arrebata vida, sino que psicológicamente te deja hecho trizas. Lucharemos junto a Desmond Ross y seremos testigos de situaciones aderezadas para que sepamos de la valentía del muchacho y su fe en la religión. Porque sí, seamos claros, Mel Gibson es lo más ultracatólico que puedas echarte a la cara, así que la religión planfletaria se exacerba de tal manera que llega a abusar. Hay escenas, planos y conversaciones en las que se le ve el plumero a Mel Gibson, pero el resultado global de HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE es tan brillante que se lo perdonamos.

Llevaba 10 años Mel Gibson sin aparecer, y el director de La Pasión de Cristo y Apocalypto deja bien claro su buen hacer detrás de las cámaras. Sus declaraciones y extremismo pueden alejarle de las nominaciones al Oscar, pero sin duda se erige como un director contundente que ha logrado hacer un biopic sobresaliente, en especial durante la segunda parte del filme. La elección de Andrew Garfield se ve acertada, pese a que a veces parece que no encaje, aunque su aspecto bobalicón cree cierte empatía. Es un trabajo importante para el actor, pues las críticas a su Amazing Spider-Man no fueron muy positivas. En todo caso, el elenco de secundarios es bueno y hace su papel, aunque podrían haber tenido mucha mayor presencia.

En definitiva, estamos ante una de las mejores películas bélicas, lejos de obras maestras, aunque tan potente e impactante que tardaremos en olvidarla. ¿Puede un hombre sobrevivir a la guerra sin llevar armas para protegerse? Desmond Doss lo hizo y fue el primer objetor de conciencia condecorado. Planos, fotografía y acción apabullantes de la mano de un Mel Gibson al que ya veremos si la Academia premia con alguna nominación. Tantos si sois fans del género, como si no, debéis verla.
XuCoOo
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