La película “The Game” nos sorprende por un argumento muy original que se desarrolla a través de un guión de intriga y continuas sorpresas hasta el final de la película. Para mí es un thriller que mantiene continuamente intrigado al espectador a la vez que logra engañarlo varias veces, tantas como el protagonista, “Mikel Douglas”, resulta engañado en la ficción.
Por otro lado es una película que consigue, con pocos elementos, una trama muy bien entretejida, que hace muy difícil adivinar el final y que se nos olvide la intuición que teníamos al principio, es decir, que un juego, es un juego.
La actuación de “Mikel Douglas” es la de todas sus películas, un actor que siempre nos transmite la misma personalidad sea la película que sea, no está actuando, está interpretando a lo único que puede interpretar, a Mikel Douglas. Que guste o no será cuestión de gusto, ya que no hay mucha variedad donde elegir.
Destaca la belleza y el atractivo de la enigmática “Christine”, interpretada por Deborah Kara, bellísima actriz secundaria que no ha tenido mucha suerte con los directores y productores, y la cosa es que talento no le falta, claro que lo mismo le sobra virtud. Sería interesante estudiar su trayectoria familiar y profesional, pero esto no es una crónica de prensa amarilla.
La banda sonora también está a la altura de las circunstancias.
En definitiva, que tratándose de una película se 1997 no ha pasado el tiempo por ella y se ve con agrado y posiblemente será una película, que sin tener la categoría extremis de “película de culto”, es difícil que con el tiempo nos resulte insustancial. David Fincher hace buen cine cuando quiere.