"American gangster" es un filme basado en hechos reales que cuenta el ascenso, esplendor y decadencia de la vida de Frank Lucas (Denzel Washington), un mafioso que gracias al tráfico de drogas se hizo un nombre en el mundo del hampa. Frank Lucas era un hombre de fuertes principios, que mimaba a sus seres queridos con celo, pero a la vez era un despiadado narcotraficante que no tenía escrúpulos a la hora de llevar su negocio a buen puerto. El policía Richie Roberts (Russell Crowe) es el otro protagonista indiscutible del filme, su honestidad y coraje a la hora de desempeñar su trabajo, lo hará cruzarse en el camino de Frank Lucas desde bandos opuestos de la ley.

Este filme posee una historia bien narrada, una buena ambientación y una cuidada fotografía. Las interpretaciones de Denzel y Russell Crowe son correctas, así como las de los actores secundarios. Pero realmente esta película no atrapa, no transmite, le falta fuerza y tiene largos períodos donde decae muchísimo el ritmo. Todo transcurre muy lento y se te hace pesadísima, la historia no tiene nada nuevo, sólo ver a un gángster más y todos lo tópicos que rodean su vida, cosa que ya has visto en innumerables filmes con anterioridad. La película se te hace eterna, sobra tranquilamente una hora de metraje, y es previsible de principio a fin. La verdad es que se deja ver, tiene sus momentos como el del abrigo quemado y el 20% (quien la haya visto me entenderá), pero me ha resultado fría, sin alma y con un romance sin miga. Es un quiero y no puedo, que nunca termina de alzar el vuelo, y la encuentro tremendamente sobrevalorada por los críticos. En definitiva, "American gangster" es un intento pretencioso de plasmar una versión negra de "El Padrino", pero resulta casi hueca por dentro, con una fallida tendencia a la grandeza y un tramo final muy acelerado. Lo peor de todo es que te dejará totalmente indiferente cuando termines de verla.