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Voto de Reaccionario:
8
Romance. Comedia Howard Bannister es un joven musicólogo, serio, tímido y despistado. Va a San Francisco con su novia para participar en una convención y obtener una beca de investigación. Allí conoce a Judy Maxwell, una joven vitalista con la que vivirá las situaciones más disparatadas. (FILMAFFINITY)
16 de octubre de 2013
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diálogos inteligentes, gags variados, slapstick, enredos, ritmo frenético, screbwall, sátira, despiporre, todo unido por un excelente guión. "¿Qué me pasa doctor?" combina todos los palos humorísticos para dar lugar a la comedia total, en la que la risa puede aflorar de cualquier lado. Vaya sorpresa más buena que me he llevado con una película que, aunque fue todo un éxito en 1972 al ser la tercera que más recaudó en taquilla en los Estados Unidos, la verdad es que no esperaba gran cosa. Más bien, creía que se trataba de una romántica al uso, melosa y con una Barbra Streisand insoportable. Pues que va, todo lo contrario. Con deciros que hasta me ha parecido mona, os lo digo todo. Disparata, surrealista y desternillante me ha hecho reír una barbaridad. Al respecto tengo la teoría de que cuando se alcanza un punto crítico de diversión, todo te hace gracia, si no, no se explica la carcajada permanente. Dicho esto, también es una simpática comedia romántica con dos actores de lo más granado de los 70.

En realidad, "¿Qué me pasa, doctor?" se inspira mucho en la comedia clásica en general y "La fiera de mi niña" (1938) en particular pero con la virtud de que las supera como de aquí a Lima. Si la de Howard Hawks se acerca al tostón sin gracia y falto de credibilidad, la de Peter Bogdanovich mantiene siempre los pies en los suelos. Ahí está el truco, que personas normales se ven envueltos en situaciones absurdas pero respetando siempre la lógica y el sentido común. Claro que el otro as que se guarda el director es Judy (Barbra Streisand), que como está como un cencerro lleva a nuestro apocado protagonista, Howard (Ryan O'Neal) y al resto de extravagantes secundarios, al paroxismo de las complicaciones pero sin forzarlas, lo que las hace ser creíbles. Es que directamente es Bugs Bunny, si hasta se come una zanahoria, pero en mujer. Por si fuera poco, hay una trama con varias bolsas a cuadros que dará mucho juego. Un consejo, apuntad en un papel el número de las habitaciones.
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