En muchos sentidos Banderas de Nuestros Padres, es primero una mofa, una crítica llena de ácido sarcasmo a las sillas de cuero que manejan la guerra como un negocio cruel, el negocio más vulgar que el hombre pudo atreverse a inventar, en esto te deja pensando el filme, de lo impropio y estúpida que es la guerra, aquella brutal escena del desembarco en la playa (una de las mejores secuencias bélicas que he visto) retrata todo lo inverosímil que resulta morir por un país que manda a sus hijos a ser destrozados por plomo, Bandera de Nuestros Padres es una pintura a la vergüenza de los Estados Unidos, a la hipocresía social que vienen teniendo desde hace muchos años. En el aspecto que más nos compete, el filme está muy bien realizado, sobre todo maravillosamente dirigido por Eastwood, el mismo le da un tono fatídico y poco esperanzador, haciendo que el gris predomine en cada fotograma, el manejo de los actores es soberbio y su desarrollo todavía mejor, puntual pero funcional, sacando de ellos lo necesario para contar la historia, el guion de Broiles y Hagis es efectivo, lleno de una doble moral bastante molesta, lo mejor del filme es la valentía del viejo Clint al mostrar esta primer parte, un filme que golpea la integridad norteamericana, ese falso orgullo triunfalista, es una clara muestra que la guerra es la peor actividad humana, en la que si hay vencedores, unos pocos cuellos apretados por corbatas, sentados en asientos de cueros, y de parla una maraña motivadora enfermiza.

Lo Bueno

Una entrada apreciable, para lo que luego sería la maravillosa Cartas desde Iwo Jiwa, la sagacidad de Eastwood de contar la historia de los dos lados está llena de imparcialidad.

Hay secuencias bestiales, maravillosamente hechas, por ejemplo aquel ya anotado desembarco en la playa y el momento en que se toma la foto.

Apreciable a nivel técnico, bella y fatalista fotografía.

Lo malo
El filme es algo tedioso de ver, con cambios de ritmos muy evidentes, no es aburrida, no la catalogaría asi pero si es un filme que hay que ver seriamente para apreciarla.