Soy un gran seguidor de Anderson, me gusta su forma de ver el cine, me gusta la literatura qye hay en sus propuestas, me gusta cómo nos lleva por personajes diferentes y como le saca la máxima exigencia a sus actores, Boogie Nights, Magnolia, There Will Be Blood y recientemente The Master son prueba de que Anderson tiene mucho que decir en el cine, también me gusta su autonomía para con los grandes estudios, junto con Los Coen y Malick tal vez sea el expositor más grande del cine indie en los Estados Unidos. Esperaba con grandes ansias Inherente Vice, ya Anderson se ha ganado un lugar en esa selecta lista de “voy porque voy a verlo”. Dicho esto puedo afirmar que Inherent Vice como producto final no me ha gustado tanto como el resto de sus películas, el filme narra desde una perspectiva de cine negro las peripecias de un investigador privado, Sportello (eso si Anderson saca todo lo que puede de un dadivoso Phoenix), sin entrar en comparaciones muchas veces mientras veía el filme se me venía a la mente Chinatown pero desde una versión hippie, el trabajo de arte está más que correcto en vestuario, peinados y ambientación y también hay guiños hacia el cine y televisión de los 50, como esa sexy voz en off que sirve de narradora recurrente, pero el argumento es confuso, como la misma razón de ser del personaje central, en un momento realmente nos preguntamos ¿Qué anda buscando el personaje?, el desfile de personajes es grande, la mayoría exóticos, como tocados por alucinógenos y con cierto humor negro tipo Coen, que solo los Coen pueden dar. El filme se desenvuelve bien técnicamente, aunque hay tomas tal vez por la naturaleza de los personajes en donde la estética no es la mejor, algo que Anderson había cuidado muy bien en sus antiguos trabajos. Inherent Vice puede parecer un filme pretencioso, a mí en ocasiones me pareció así difícil de disfrutar en varias perspectivas para este servidor, mas irregular de lo que nos tiene acostumbrado el buen director, claro es posible que el resultado final le parezca mejor o peor a otros, en todo caso el acceso a la creatividad de Paul está abierta, ahora un poco más ambiguo que nunca, pero con sus dones todavía.