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Voto de Harold Angel:
7
6,6
28.103
Drama
A Earl Stone (Eastwood), un octogenario que está en quiebra, solo, y que se enfrenta a la ejecución hipotecaria de su negocio, se le ofrece un trabajo aparentemente facil: sólo requiere conducir. Pero, sin saberlo, Earl se convirte en traficante de drogas para un cártel mexicano, y pasa a estar bajo el radar del agente de la DEA Colin Bates (Cooper).
15 de marzo de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de sus altibajos la película entretiene y se ve con agrado. Te echas unas risas con un socarrón Clint Eastwood y agradeces algunas puyas hacia las moderneces actuales como el abuso del teléfono móvil que nos vuelve cada vez más inútiles o las consecuencias de la venta por internet que está acabando con el comercio tradicional. Otra cosa es que te tomes en serio una historia con importantes fallos de guión y que no acaba de encontrar el tono adecuado entre comedia y drama familiar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No es creíble que Clint desaparezca una semana con más de 300 kilos de coca y los narcos no le encuentren. En la realidad darían con él en cuatro minutos y le harían puré sin contemplaciones.
También rechina bastante la manera en que le contratan. Todo surge sin más y se fían de él como si nada. Cierto que la tapadera de un hombre mayor con una camioneta destartalada es buena y pasa desapercibido con facilidad pero se echa en falta una explicación mejor.
Luego está el tema de la pasta. No sabemos lo que ha ganado la mula con sus más de una docena de viajes transportando coca cada vez en mayores cantidades. Por mucho que gastara en la boda de su hija, se comprara un coche nuevo, saldara sus deudas y pagara la rehabilitación del centro de veteranos, tenía que tener un buen patrimonio.
También rechina bastante la manera en que le contratan. Todo surge sin más y se fían de él como si nada. Cierto que la tapadera de un hombre mayor con una camioneta destartalada es buena y pasa desapercibido con facilidad pero se echa en falta una explicación mejor.
Luego está el tema de la pasta. No sabemos lo que ha ganado la mula con sus más de una docena de viajes transportando coca cada vez en mayores cantidades. Por mucho que gastara en la boda de su hija, se comprara un coche nuevo, saldara sus deudas y pagara la rehabilitación del centro de veteranos, tenía que tener un buen patrimonio.