Como siempre, Hellen Mirren luce su magnífica calidad de actriz.

El 90% de la película descansa sobre sus hombros y realmente hace un excelente trabajo.

Se trata de una película basada en una historia real, de desarrollo tranquilo pero entretenido, con flashbacks sobre la vida de la protagonista en Viena, antes y después de la ocupación nazi.

María Altmann busca la restitución de unas pinturas que pertenecieron a su familia y les fueron arrebatadas por los nazis. Todo gira entonces alrededor de la pelea jurídica por la restitución de las obras robadas. Nos muestra también el contacto de ambos protagonistas con su pasado, si bien desde un diferente ángulo para cada uno, ya que María vivió los acontecimientos en carne propia, mientras que Randy (Ryan Reynolds) es nieto de judíos austríacos.

Bien contada, entretenida, con una admirable actuación de Hellen Mirren, Ryan Reynolds y el resto del elenco acompañan con lo justo para sus papeles.