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Voto de Sergio Berbel:
10
Drama Un hermano y una hermana a punto de entrar en la cincuentena. Alice es actriz. Louis fue profesor y poeta. Alice odia a su hermano desde hace más de veinte años. No se han visto en todo ese tiempo. Debido a la muerte de sus padres, ambos hermanos se verán obligados a volver a verse. (FILMAFFINITY)
17 de julio de 2023
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Adoro las propuestas melodramáticas radicales y extremas en torno a la institución más compleja y distorsionadora que existe para las personas, la familia. Y, si te pasa lo que a mí, “Asuntos familiares” de Arnaud Desplechin es tu película. Un film que descuartiza con un nihilismo misántropo maravilloso la familia, el amor, la institución de la pareja, las relaciones filiales, la posibilidad de salvación del ser humano, cada día más dudosa.

Estamos ante una orgía dramática excesiva que me apasiona porque coge del cuello al espectador desde su impactante y terrible primera escena para no dejarle ni un momento de paz a lo largo de su metraje. Hay varias escenas de una violencia verbal entre sus protagonistas que te dejan pegado al sillón sin saber cómo reaccionar. Ese es precisamente el cine que me gusta y el que más valoro. Si te van los excesos dramáticos, no te la pierdas.

El film, tan francés en algunos aspectos pero tan maravillosamente poco francés en otros, nos cuenta la historia de una familia desestructurada, de tres hermanos que tienen que reunirse ante la inminente muerte de sus padres tras un accidente de tráfico. Pero dos de ellos, Alice (exitosa actriz de teatro) y Louis (novelista que ha descuartizado a su hermana a través de sus textos literarios) se odian con una profundidad y rotundidad sólo posible en el seno de una relación familiar. La forma tan brutal con la que se aborrecen queda perfectamente marcada desde su primera escena, de una violencia psicológica irrespirable. Al final, casi que al espectador no le importa el porqué de tanto odio, sino el cómo poder gobernarlo.

La dirección de Arnaud Desplechin es funcional e inteligente, dejando hacer a su espléndido elenco actoral, y confiando la fuerza de la obra a su espléndido guión, del propio cineasta francés. Destaca por encima del resto, como no podría ser de otra forma, Marion Cotillard, diosa más que actriz, musa más que ser humano, un género cinematográfico en sí misma que aquí resulta espléndida haciendo lo que mejor sabe hacer, protagonizar un buen melodrama. Porque su reino no es de este mundo.

Fantástica dirección de fotografía en tonos oscuros de Irina Lubtchansky y buena partitura musical original de Grégoire Hetzel.
Sergio Berbel
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