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Voto de Sergio Berbel:
6
Drama La relación entre una pareja de artistas es puesta a prueba cuando a ella le descubren que tiene una enfermedad que amenaza con robarle la vida. ¿Qué sucede con el amor cuando a una mujer de mediana edad le pronostican tres meses de vida? Anja (43) y Tomas (59) viven en familia junto a sus hijos biológicos e hijastros, pero durante los últimos años la pareja se ha distanciado. Cuando Anja recibe el diagnóstico de cáncer cerebral ... [+]
16 de mayo de 2023
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La esencia gélida de las sociedades nórdicas marca de forma indeleble su filmografía. Un cine que dista de la emoción, pero que no tiene reparos en escarbar con distancia en las miserias humanas en general y en las de la institución familiar en particular. “Hope” es una interesante mezcla entre un clásico melodrama sobre una enfermedad terminal y una aproximación a los “Secretos de un matrimonio” de Ingmar Bergman. En ambas orillas no llega a emocionar ni a conmocionar al espectador, pero sí le facilita dos horas catárticas donde verse reflejado en el espejo de la ficción (¿no se inventó el cine para eso?).

La cineasta noruega Maria Sodahl nos zambulle en la historia de una mujer de mediana edad que vive un matrimonio, más de apariencia que de realidad, con un hombre bastante mayor que ella y seis hijos (tres que el marido aporta de su anterior matrimonio y tres que han tenido en común). Trabajan mucho ambos, cada uno en su sector, se relacionan poco, tienen cierto grado de vidas paralelas y… un buen día, a Anja, la protagonista del film, le anuncian que el cáncer de pulmón del que fue tratada un año antes ha generado por metástasis un tumor cerebral de complejo pronóstico.

A partir de ese momento, no sólo se desmorona su vida, sino que comienzan a aflorar toda la pestilencia emanada de las aguas estancadas que ha ido generando su matrimonio durante tantos años. Por supuesto, no le llega ni al tobillo a la obra maestra definitiva sobre esa misma materia del gran cineasta andaluz Fernando Franco, “Morir”, mil veces mejor que esta cinta noruega y pieza de referencia en el cine contemporáneo.

Lógicamente, para el que el invento se sostenga, se tiene que asentar en una magnífica interpretación de su actriz protagonista, Andrea Braein Hovig, que impulsa con su rostro y su cuerpo prácticamente la totalidad de un quizás excesivo metraje para lo que se cuenta.

Escasa de melodrama pero cruda y directa, como toda cinta nórdica que se precie, que transcurra durante la Navidad intuyo que podría ser un homenaje de su autora a “Fanny y Alexander” de Ingmar Bergman, con la que incluso tiene alguna escena en común.
Sergio Berbel
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