Mezcla de “Jo, que noche” y la saga Resacón, nada que no hayamos visto ya de una persona, generalmente de buen corazón, que, en un momento dado, toma una mala decisión que desencadena toda una serie de desgracias y acontecimientos en su contra. Como habitualmente son películas protagonizadas por un tío o un grupo de gamberros, “Vaya resaca” introduce el punto de novedad de estar protagonizada por una mujer. Quizá por culpa de esa decisión o quizás gracias a ella, la película no cae en el nivel de grosería que viene siendo habitual en producciones recientes de ese corte y mantiene un agradable estilo clásico, con inofensivos sketches pensados para reirnos de las rocambolescas situaciones a las que se enfrenta la protagonista.

Tampoco es que sea un humor que me haya convencido nunca. No termino de entender si la gracia está en el alivio de pensar «uff, menos mal que no estoy en su pellejo» o en cierto placer sádico de ver sufrir a alguien que no somos nosotros… pero nuevamente “Vaya resaca” no lleva la crueldad demasiado lejos y por momentos parece más una película de aventuras, de ver cómo la muchacha se enfrenta a los desafíos, que una comedia. Personalmente, yo lo agradezco. De ninguna de las maneras “Vaya resaca” iba a ser algo memorable, así que por lo menos, que se pueda ver sin vergüenza ajena. No se arriesga en ningún momento y, a mi modo de ver, no conecta ningún gag antológico, pero a cambio ofrece algo parecido a una trama que permite seguir la película sin la sensación de asistir a una escenificación de chistes encadenados.