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España España · Barcelona
Voto de Tithoes:
3
Terror. Western La historia transcurre entre la primera y segunda entrega y en ella el escéptico Sargento Tubbs unirá sus fuerzas con un grupo de armado que quiere destruir a The Creeper de una vez por todas. A medida que se produce un sangriento enfrentamiento entre ellos, podrán descubrir los orígenes de la criatura. (FILMAFFINITY)
29 de marzo de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor: la recuperación de icónicos elementos de la saga, tales como la matrícula del vehículo del antagonista (en la cual se lee “beatngu”) o varios escenarios pasados (la historia transcurre entre la primera y la segunda entrega, dándose el inicio inmediatamente después de una en la comisaría y el desenlace justamente antes de la otra), dotan a tan esperado regreso de cierta nostalgia; la negación con el índice de la mano derecha del mítico devorador de órganos ante la amenaza de ser disparado, una escena cuanto menos curiosa que dibuja una cómplice sonrisa en el espectador; el estreno, tanto en territorio americano (en formato doméstico y en el canal Syfy en su programación especial “31 day of Halloween”) como en español (en contadas salas y solo por un día), se antoja un ajusticiador hecho a tenor de la calidad de la obra aunque el mismo desprestigie una franquicia que, para sus miles de acérrimos seguidores, no ha encontrado (ni lo hará jamás) alternativa fílmica alguna, pero es que de su genuina esencia poco o nada resta.

Lo peor: el imperdonable pecado de haber sacrificado el hasta ahora tan alabable trabajo artesanal en virtud de la digitalización (bastante poco pionera, por cierto), lo cual se observa con especial horror en la autodefensiva camioneta automática del reptiliano engendro, una trampa mortal en toda regla sin un ápice de encanto audiovisual (al igual que sucede con el apreciado Creeper, quien parece engendrado ahora por un imaginario matrimonio entre los míticos Pinhead y Terminator para aumentar sus poderes y elevar su existencia a la de semidiós); la difuminación de las pretensiones originales de sobrecoger mediante recursos básicos (adjetivo para nada peyorativo sino todo lo contrario, empleado cual sinónimo de sinceridad), uno de tantos errores que corroboran la opinión de que la ocasión no es más que un aprovechamiento sin fundamento para añadir otra carnicería (cabe recordar que solamente acontecen cada veintitrés primaveras) a la lista; el vértigo que provoca imaginar una cuarta entrega (la aparición estelar de Gina Philips en los compases finales invita a pensar seriamente que verá la luz próximamente) y es que, tras visionar la presente, su consistencia resulta, cuanto menos, de costosa asunción.

Daniel Espinosa
www.cementeriodenoticias.es.tl
Tithoes
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