De la misma manera que un carpintero obtiene resultados insatisfactorios al intentar cambiar de oficio por conservar costumbres incompatibles, esta película española no encuentra un sentido a su film dentro del ambiente bélico en el que se nos intenta vender.

Ya de por sí el título, Guerreros, nos engaña invitandonos a pensar en que van a existir guerreros en ella, cuando lo que encontramos son a los típicos militares por la paz que tan de moda están en este país hoy día. Ni son guerreros, ni la historia tiene nada que ver con algo parecido. La portada, es lo más bélico que podremos encontrar en este film, junto a su título.

Más bien es un drama en donde apelan a la forma de ser en la que intentan encasillarnos constantemente estos directores de hoy, cuando el ciudadano español es totalmente más humano y menos dramático.