La carrera de De Palma está llena de altibajos, y está a las claras que esta “mujer fatal” no es ni de lejos uno de sus mejores títulos.
A pesar de contar con todos los elementos marca de la casa y mantener el interés hasta el final, cuenta con varios defectos que hacen que deje un poco que desear.
Tenemos un robo, un cambio de identidad y a Antonio Banderas haciendo de “paparazzi” y que por ello se ve envuelto en una trama de intriga que no logra entender del todo.
Del director, tenemos sus largas secuencias que cuentan cosas sin que nadie hable, la pantalla partida para contar varios puntos de vista a la vez (aunque en este caso sobra totalmente en algunos momentos), así como cierto toque Hitchcock. Eso sí, todo está venido a menos por culpa de un guión firmado por él que hace aguas y está bastante cogido por los pelos.
Rebecca Romjin encaja bien con el título del film, pero desgraciadamente sus escasas capacidades interpretativas están muy por debajo de su espectacular figura. La larga escena inicial en el festival de Cannes está muy bien filmada y derrocha erotismo sin caer en el mal gusto. Creo que es lo mejor de la película. Desde luego el diseño del traje de diamantes (y la que lo lleva puesto), son dignos de ver.
Podría haber estado mejor si este cineasta hubiera trabajado un poco más el argumento.
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