Aunque tiene dosis de terror sobrenatural, en el fondo lo que tenemos aquí es un thriller de habitación cerrada, con un asesino que no se sabe quién es y pasajeros de un ascensor que van muriendo.
La película tiene sus aciertos y sus fallos. Creo que explota bastante bien la situación que plantea y ofrece todas las posibilidades que se podrían imaginar. Al mismo tiempo, no estira el chicle innecesariamente sacando de donde no hay. De hecho, dura 77 minutos contando los créditos, cosa normal cuando el guion no da más de sí.
Eso no quita que entretenga, que dé algunas sorpresas e incluso algún sustillo, lo cual no está mal siendo una producción de Shyamalan. El odiado cineasta hindú trata de acercarse al terror delegando las labores de dirección. Pero eso no quita que sus muchos detractores puedan despotricar a gusto contra él buscando los fallos del film. Yo pienso que no es tan malo, simplemente que se espera el nivel de "El sexto sentido", cosa que al parecer solo se consigue una vez en la vida.
Los actores son muy conocidos en su casa a la hora de comer, pero tampoco es que sea esto una obra de Shakespeare. Cumplen y ya está.
Lo que no me gusta es la voz en off que va a apareciendo. Al principio puede ir bien, pero luego sobra porque parece que nos están contando un cuento de miedo, sacándonos de la historia.
De todas formas me ha gustado.