El guion está a la altura de las novelas, ósea infantil, repetitivo, circular y llena de personajes vacíos y estereotipados. Un refrito que parece irreal que haya vendido tanto.
La dirección es monótona y sin artificios.
Los efectos de los pensamientos y análisis de la mujer más inteligente del
Mundo (ahí es nada) son tan originales como un bocadillo de tortilla.
Las interpretaciones dejan mucho que desear, Hovik es el único que articula lenguaje gestual e intenta un personaje sin fondo.
El tercer protagonista es el Audi que llena media serie plano a plano, y oye igual recibe algún premio viendo el nivel de actuación del resto del elenco…
El ego de Gómez Jurado llega a hacerle interpretar un papel (analista de los acertijos que supera Antonia para entrar en el grupo) de una manera que da hasta la risa, pero bueno él se cree que actuar lo hace cualquiera y por lo visto es así.