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Reino Unido Reino Unido · Birmingham
Voto de Peaky Boy:
7
Drama Wadjda tiene diez años y vive en una sociedad tan tradicional que ciertas cosas como ir en bicicleta le están totalmente prohibidas. A pesar de todo, es una niña divertida y emprendedora que bordea siempre el límite entre lo autorizado y lo prohibido. Wadjda desea tener una bicicleta para poder competir con su amigo Abdullah en una carrera, pero su madre no se lo permite porque las bicicletas son un peligro para la dignidad de una chica. (FILMAFFINITY) [+]
28 de julio de 2013
24 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Haifaa Al-Mansour denuncia de forma sutil y con mucho tacto, todos estos abusos y discriminaciones que, como ella, han sufrido millones de mujeres desde la infancia, convirtiendo así a La Bicicleta Verde en la primera película dirigida por una mujer en Arabia Saudí.
Con una narración de tintes autobiográficos, la directora cuenta de qué manera, Wadjda, una niña con una mente demasiado progresista para el lugar en el que vive, tratará de evitar a toda costa una serie de normas y prohibiciones con las que no está de acuerdo. Contada, como no podría ser de otra manera, desde el punto de vista femenino, el filme relata las preocupaciones, conflictos y dificultades que significan ser mujer en las diferentes etapas de la vida.
Alejándose del estilo demagógico y del drama descarnado al que este género suele ir ligado, Al-Mansour muestra dos historias paralelas, expresadas con ternura y con la intención de no ofender a nadie, pero sin dejar de lado el grito de protesta. Historias que no son más que el reflejo de miles de vidas anónimas, todas ellas unidas por un mismo factor común, el cromosoma X. La primera de ellas trata de la preocupación de una madre por mantener la monogamia de su marido, intentando por todos los medios ser la mujer más guapa, atenta y servicial de Riad, con los pocos ingresos que le quedan tras pagar deudas, facturas y a un chofer maleducado que, como tantos otros, se aprovecha de la prohibición de las mujeres para conducir, lo que obliga a la mayoría de las trabajadoras a emplear más de la mitad de su jornal en pagar a conductores privados intransigentes. La segunda es la de su hija de 12 años, una niña inquieta que disfruta jugando con su amigo Abdullah y haciendo cosas que no corresponden a una futura hembra respetable. El día que Wadjda ve una bicicleta verde en la tienda de su barrio, decide que ningún obstáculo evitará que sea suya, aunque tenga que aprender a recitar el Corán de memoria para ganar el concurso que su escuela ha organizado, y cuyo premio le aportaría el dinero necesario para poder costearla.
La lucha en favor de los derechos de la mujer es un movimiento que hasta este momento sigue siendo imprescindible en muchísimos países. Es gracias a películas como La Bicicleta Verde, cuando se consigue dar otro paso más en esa difícil batalla, reabriendo el interminable debate sobre la igualdad.
Geniales las interpretaciones de todo el, hasta ahora desconocido, reparto. Entre ellas destacamos las de los fantásticos niños Waad Mohammed y Abdullrahman Algohani, que conmueven por su complicidad, y dibujan nuestra sonrisa en más de una ocasión con sus travesuras. Estupendo reflejo de una sociedad ultraconservadora en la que al igual que la pequeña Wadjda, las mujeres aceptan las normas que les son impuestas pero no las entienden, es claro ejemplo la implacable y fría directora del colegio, capaz de emplear las más severas sanciones por el incumplimiento de lo preceptuado en el libro sagrado, y a la misma vez, recibir las consentidas visitas periódicas de un misterioso “ladrón nocturno”.
Una sencilla puesta en escena, sin alardes ni pretensiones de ningún tipo, donde es de destacar el poco trabajo que los actores han dado al equipo de vestuario por lo limitado de su indumentaria.
Tras compararse la versión original de la cinta con su doblaje al español, es de mencionar que, en esta ocasión, las voces traducidas no han sido las más acertadas, perdiéndose con ellas gran parte de la calidad interpretativa de los actores, en una película muy cultural donde el idioma juega un papel muy importante. Como también lo hacía el título original, Wadjda, un nombre propio que representa todo lo que la cinta defiende, La Mujer.
Peaky Boy
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