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Reino Unido Reino Unido · Birmingham
Voto de Peaky Boy:
8
Comedia. Drama En medio del desierto de Mohave (EE.UU.), la alemana Jasmine y su marido tienen una fuerte discusión. Ella se baja del coche, coge la maleta y llega a un sucio bar de carretera, el Bagdad Café, regentado por una mujer negra llamada Brenda. Jasmine se instala allí y, poco a poco, entabla amistad con los clientes habituales. Entre ellos se encuentra un antiguo decorador de Hollywood, empeñado en retratar a la alemana. Mientras, ésta ... [+]
7 de mayo de 2012
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película comienza con unos encuadres poco comunes, algo atrevidos y casi imposibles, pero la música nos calma hasta el punto de hipnotizarnos. Ahora estamos dentro de Bagdad, porque Bagdad solo abarca ese desierto por el que no querríamos andar bajo el sol abrasador y un pequeño hostal-restaurante que se alza a modo de oasis sin palmeras; al menos eso es lo que le ha dicho la regente, una mujer de mediana edad y un fuerte carácter a la simpática y regordeta protagonista, una mujer alemana que acaba de discutir con su marido, diferencias irreconciliables que no detienen a la rolliza moza en su intento de dejarlo atrás y encaminar a pie una aventura solitaria con una maleta enorme. Los encuadres libres del comienzo dejan paso a unos planos estáticos acompañados por primeros planos y tomas de movimiento oscilante y armónico, muy del estilo Sipike Lee, que servirán para acentuar los momentos de silencio y nos permitirán leer la mente de los protagonistas que se presentan en forma de parroquianos de taberna. El escueto diálogo pondrá el toque humorístico mientras las dos mujeres, aparentemente tan opuestas, empiezan a encontrar similitudes en sus vidas y se encuentran en medio de una irreprochable empatía en vistas a hacerse inseparables. Bagdad Café, un lugar de paso, un pequeño enclave donde hacer una parada rápida para refrescarse, comer algo o hacerse un tatuaje, pronto verá multiplicada su clientela hasta el punto de llenar el local cada tarde de gente que no quiere perderse los magníficos espectáculos que en él se dan cabida y que nada tienen que envidiarle a los de Las Vegas. Nuestra corpulenta Jasmine, que llegará a resultarnos irresistiblemente sexi, posando semi desnuda ante el paroxismo en forma de bocetos que un bohemio artista de Hollywood se ha propuesto hacerle, nos enseñará una agradable lección de amistad y sobre todo de la fortaleza y tenacidad alemana.
Peaky Boy
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