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Reino Unido Reino Unido · Birmingham
Voto de Peaky Boy:
7
Drama Isabelle, una hermosa joven de 17 años que pertenece a una familia de clase alta de París, parece tener el mundo a sus pies. Pero tras un verano en el que la pérdida de la virginidad le resulta decepcionante, un viaje de autodescubrimiento sexual la embarcará a partir del otoño en una doble vida: estudiante de día y prostituta de lujo por las tardes. Esta es su historia, a través de cuatro estaciones y cuatro canciones. (FILMAFFINITY)
7 de diciembre de 2013
27 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
La prostitución y el cine o, mejor dicho, en el cine, son dos términos que vienen ligados desde los comienzos del séptimo arte. No sólo la Europa más liberal con el neorrealismo italiano de Fellini o Pasolini, la Nouvelle Vague francesa o el almodovarianismo español, se han encargado de plasmar esta situación incluso cuando la entrada en vigor del código Hays censuraba este contenido en los Estados Unidos, también, grandes directores de todo el mundo representaron esta controvertida temática, desde Suramérica hasta algunos de los mayores artistas nipones como Kenji Mizoguchi (Mujeres de la noche, 1948) o Yasujiro Ozu quien, en 1948, mostró los fantasmas de la posguerra con forma de drama familiar en Una gallina en el viento. Y hasta los tiempos modernos, donde directores como el coreano Kim Ki-duk (Samaritan Girl, 2004 y Bad Guy, 2001), siguen mostrando la problemática de una situación que no parece que vaya a tener una fácil y conveniente solución dada la falta de diálogo existente respecto al asunto.
El diálogo y la comunicación son factores imprescindibles para solucionar cualquier problema, ya sea de tipo político, social o simplemente familiar como el que nos presenta François Ozon en su nueva película. La historia muestra en cuatro capítulos, que coinciden con las cuatro estaciones, un año en la vida de Isabelle, una joven de 17 años procedente de una familia adinerada que se pierde en su búsqueda personal del descubrimiento sexual. Un primer encuentro decepcionante con un chico, la conduce a una espiral de prostitución como medio de expresión, rebeldía, experimentación, o simplemente la misma curiosidad que llevó a Sévérine a una situación similar, en 1967, en la cinta de Buñuel, Belle de jour. Pero los motivos no quedan del todo claros y la culpa de ello la tiene, en gran parte, la impenetrable personalidad de la protagonista, por lo que tendremos que tratar de indagar en su mente por medio de los complejos simbolismos que el director introduce en muchos de los diálogos que él mismo ha escrito para conformar el guion.
El tipo de educación que los miembros de una familia de la alta sociedad francesa imparten a sus hijos, basada en que el dinero da la felicidad, y minusvalorando hasta hacer prácticamente inexistentes las relaciones afectivas y ese diálogo con el que abríamos el texto, da como resultado una fría personalidad totalmente indiferente y distante a los sentimientos. Esto hace que Isabelle busque un aliciente para conseguir que el sexo resulte satisfactorio, así es como empieza a tener relaciones sexuales con extraños a cambio de dinero, por propia voluntad, sin necesidades económicas, simplemente por conseguir la dosis de adrenalina que no puede encontrar con una sana relación convencional.
Una vez más, el director se sirve de uno de sus temas favoritos, las relaciones familiares, amorosas y la enfermiza combinación de ambas. El último claro ejemplo lo encontramos en su anterior película, En la casa, 2012, magnífico drama en el que también hace hincapié en la importancia de la mujer como epicentro de toda la acción en un contexto burgués, como ya mostrara en 8 mujeres, 2002. Si hace poco hablábamos de lo irreconocible que era el cine de Ridley Scott en cuanto a estilo de filmar, François Ozon sería su antagonista. Ya desde sus comienzos con, Sicom, 1998, el director mostró sus inquietudes y obsesiones, la familia y el poder del sexo como elemento desestabilizador de las relaciones, desde entonces no ha dejado de ilustrar los problemas amorosos de pareja, como hizo con dureza en la dramática y desesperanzadora, 5x2 (cinco veces dos), 2004. Ozon también utiliza el verano y la playa, muy recurrentes en su cine, para hacer la presentación de sus personajes, mediante otro de sus recursos u obsesiones más característicos, el uso de escenas de voyerismo que nos hacen recordar aquel oscuro thriller, Swimming Pool, 2003, con la guapa Ludivine Sagnier. Pese a que todos estos elementos no siempre funcionan igual de bien, hay que reconocer que los dos últimos trabajos del realizador están dotados de una calidad artística y originalidad excepcionales.
La relación entre los personajes creada por el director llega a ser de lo más incómoda, no sólo las relaciones profesionales de Isabelle con sus clientes, representados en su mayoría con unos rasgos bastante perversos, sino también con su propia familia, en la que cada conversación, cada gesto, se presta a una perturbadora malinterpretación. La frivolización que se hace en todo momento sobre la dramática situación resulta tan grotesca y satírica como la representada por Quevedo en aquel poema que comenzaba así:
“Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.”
Con una fotografía muy centrada en destacar el contraste entre la cegadora belleza casi perfecta de la protagonista de 22 años, Marine Vacth, y su oscura y hermética personalidad que la lleva a comportarse de manera tan depravada, el filme se presenta como un duro y atractivo drama con golpes de humor negro, acompañado por una sensual y elegante banda sonora a cargo del compositor habitual de Ozon, Philippe Rombi. El joven Fantin Ravat, en el papel de hermano menor, Víctor, trenza una grandísima actuación cargada de misterio y una excesiva curiosidad que raya en lo enfermizo. El realizador vuelve a recurrir a una de sus actrices fetiche, la veterana Charlotte Rampling, que tan buenos resultados le había dado en anteriores colaboraciones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Peaky Boy
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