Tiburón 2 es, como su nombre indica, la segunda entrega de la saga de la bestia marina más temible del cine. Si la primera fue un bombazo, ¿cómo no hacerle una hermanita?

Jeannot Szwarc dirige una película en la que las comparaciones con su predecesora son ineludibles y juegan muy en su contra. La historia de Tiburon 2 es más una pequeña ramificación de la primera sólida pero poco consistente por sí sola que una historia potente. Aunque Szwarc consigue varias escenas en las que el tiburón sigue causando un espanto terrible, convertir la película en un pequeño slasher del mar no le hace ningún favor y el desarrollo se vuelve bastante aburrido, sensación que va aumentando a cada momento mientras se acerca un final que se ve venir desde la orilla. Caricaturizar al protagonista era algo que podía tener un pase basándose en las secuelas que le quedan a éste de su primer encuentro con un gran tiburón, pero llegar al punto en el que la personalidad se pierde en favor de cuatro características básicas sin desarrollar, es algo que molesta bastante.

Roy Schneider vuelve a ser el principal referente, con permiso del escualo, en Tiburón 2. El actor PAIS acepta de buen grado la involución de su personaje y se las apaña para darle un toque de calidad sin subirse demasiado a la parra. Tras él, Lorraine Gary, Mark Grunner y Marc Gilpin ejercen de secundarios, por ser los familiares mayormente, sin aportar demasiado, ciñéndose a unos personajes en los que parece haberse puesto muy poco empeño. A partir de ahí, entramos en el reparto slasher con unos jovenzuelos con tanto ímpetu como poca capacidad interpretativa en la que nos encontramos, más allá de los sustos del escualo, con algún momento de terrorífica vergüenza ajena.

Resumiendo: Tiburón 2 está muy, muy, muy lejos de Tiburón. Tengo la opinión de que toda obra maestra con secuelas, deja secuelas en la obra maestra y puede que Tiburón sea la confirmación absoluta: o se deja la película original como obra independiente, o se corre el riesgo de tener un recuerdo que no le haga justicia.