Definitivamente creo que esta serie, con la que estos alocados ingleses se dieron a conocer, supera y arranca más carcajadas que cualquiera de las películas que los Monty Python hicieron después y durante la realizaban.
La serie consiste en sketchs, enlazados normalmente por las particulares animaciones de Terry Gilliam, que son a mi parecer lo peor de la serie, ya que llegan a ser un tanto disparatados, tanto que a veces no hacen ni gracia.
Lo bueno:
Los sketches son geniales, y creo que hay para todos los gustos, si uno no te acaba de hacer gracia... seguro que el siguiente lo consigue!. A todo esto hay que incluir que la actuación de todos y cada uno de ellos es estupenda, aunque mis favoritos son John Cleese y Graham Chapman.
Lo malo:
Solo está disponible en versión original subtitulada (para mí no es tan malo, me he acabado acostumbrando a oírles en inglés y me gusta, pero entiendo que a mucha gente esto les eche para atrás). Aparte, hay varias referencias a personajes políticos y de otras índoles de esa época (personajes ingleses, claro), por lo que en algunos momentos te puedes sentir algo perdido.