Parece que Filmaffinity ha permitido esta vez críticas que nada tienen que ver con el valor fílmico del producto, motivo por el que rechaza habitualmente las entradas.
El documental tiene que expresar realidades objetivas para informar. No es este el caso. Este producto es un mísero panfleto destinado a autoafirmarse a los que ya están convencidos de algo y desde este ángulo ni tan siquiera debiera denominarse documental. Por otro lado su calidad es bastante mediocre y el montaje tiende precisamente a manipular la realidad por lo que si le premiáramos con el calificativo de documental diríamos que sería un mal documental.
Lo más apropiado para saber que es una mujer es ir al diccionario. De momento es lo que hay. Y distinguir en lo que es biológico y lo que es gramatical. Pero el documental no se preocupa de consultar a antropólogos serios, filósofos o filólogos y sí a médicos, que no pasan de ser mecánicos del cuerpo.
Para muchos la pintura es lo que hacen Velázquez, Goya o Rubens. Y Picasso o Malevich no puede ser considerado pintura porque para ellos el mundo se paró al final de la Edad Oscura y en el Renacimiento con la toma del poder por la iglesia de Roma a base de derramar sangre. El resto es degeneración. Pero al documental no le preocupa esto porque parte de lo que considera verdad y busca lo que confirme eso. Realmente o se diferencia de los "documentrales" patrocinados por Goebbels para la propaganda nazi.
El mundo evoluciona. Evolución no es sinónimo de progreso. Es cambio. Y el buen documental sería el que mostrara esos cambios y no el que niegue que se están produciendo.