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Voto de José (FullPush):
5
Intriga. Drama Dave Garland (Clint Eastwood), un popular locutor de radio de California, recibe en su programa frecuentes llamadas de una misteriosa mujer que siempre solicita la misma canción. Un día en un pub una mujer, Evelyn (Jessica Walter), seduce a Dave, y ambos acaban en el apartamento de ella con la idea de que será una aventura de una noche. (FILMAFFINITY)
3 de diciembre de 2011
14 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comenta el colega de 'El País': "curioso debut de Eastwood". Y añade: "notable, aunque tenga sus fallos". Y tanto. Pero aclaremos algo: yo no diría de una cinta que es notable pareciéndome curiosa. No hay por donde cogerlo. Decir que algo es curioso es como cuando te preguntan qué tal esta o aquella chica y tú, que te conoces bien por dónde van los tiros, respondes con un llano y vago "es mona ella". Y una mierda, lo que es es un cardo, dilo alto y claro y no me vengas con rodeos que no conducen a nada. Hecha, pues, la introducción y habiendo enseñado la patita, procedo a argumentar un poco, sin pasarme, que el coco me lo tiene prohibido en exceso...

El suspense, comienzo, es absolutamente nulo. Aquí de intriga nada. Y sé que esto es fácilmente rebatible, pero tengo mi porqué: lo que uno quiere, lo que uno anhela, desea, ruega que ocurra durante toda la cinta, es decir, la razón de su desazón y su continuo escozor de cataplines no es otra cosa que ver muerta y descuartizada de una putísima vez a la asquerosa gilipollas que se le cuelga a nuestro prota, un eastwood que perdió la mayúscula en su nombre el mismo día que no se percató de la que se le venía encima. Y no sólo eso, sino que volvió a caer y obvió las continuas señales y alarmas de incendio y crisis mundial, de hecatombe interplanetaria, que la zorra de la Walter (así se llama el bicho) lanza cada maldita vez que mira a cámara, abre la boca, sonríe, parpadea, qué sé yo, cada vez que le da por respirar. Pide a gritos muerte. El prota, por tanto, es un pelele sin carácter y nos la han metido doblada con el casting.

Digo esto porque inspirar sensaciones del tipo que sean con personajes tan descaradamente exagerados como el del bicho (por favor, ¿de verdad os la follaríais?) es, no sólo fácil, sino un recurso de principiante que a mí, ya digo, tensión me infunde poca, ahora que las ganas de asesinar son inconcebibles. De ahí que el visionado no sea más que una forma de agriarme sin necesidad hasta que ocurra -o no- lo que todos esperamos y deseamos. Porque, aclaremos otro algo, aquí méritos cinematográficos tenemos pocos, cinta correcta y gracias, ni la música me gusta (la odio, de hecho) ni me parecen de recibo tantos primeros planos a los ojos buscando la sorpresa ni mucho menos disfruto con ese coitus interruptus (si aquí hubiera habido coito) que es la parte musical y/o amorosa rollo almíbar en plan documental... chorrada es poco.

Por lo demás, eastwood recobraría su buen nombre, esto es, con su mayúscula, muy poco después, así que tan mal no le fue. Aquí nadie pone en duda su talento. Sólo faltaba.
José (FullPush)
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