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Voto de RAMON ROCEL:
7
7,4
27.363
Comedia. Drama. Romance
Mario (Massimo Troisi) es un hombre sencillo que acepta un empleo de cartero. Su trabajo consiste en llevar el correo a un único destinatario, el poeta chileno Pablo Neruda (Philippe Noiret), que vive exiliado en un pequeño pueblo italiano. Mario se siente fascinado por la figura de Neruda, y entre los dos hombres irá creciendo una gran amistad. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2010
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Agradable película, que reúne dos personajes de mundos tan diferentes que en otras circunstancias, jamás se hubieran conocido.
Buena fotografía que ayuda mucho, y también la banda sonora.
Entra a cuadro el monumento de mujer Maria Cucinotta. En buen pretexto para aplicar la sensibilidad transmitida por el maestro Neruda. Y conquistar a la bella donna.
Mario Troisi tuvo la fortuna de ser el cartero de Neruda, antes de partir al otro mundo. Y esto, por supuesto que le concede un toque especial a la película.
Nos queda la impresión de que donde quiera que este Mario, su corazón latirá al recordar los poemas y frases del poeta chileno:
“Es tan corto el amor y tan largo el olvido”
“Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-"
"Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más”
“Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida”
“Para que nada nos separe, que no nos una nada”
“NO HAGAS CON EL AMOR,
LO QUE UN HACE UN NIÑO
CON SU GLOBO,
QUE AL TENERLO LO IGNORA,
Y AL PERDERLO LO LLORA...”
Buena fotografía que ayuda mucho, y también la banda sonora.
Entra a cuadro el monumento de mujer Maria Cucinotta. En buen pretexto para aplicar la sensibilidad transmitida por el maestro Neruda. Y conquistar a la bella donna.
Mario Troisi tuvo la fortuna de ser el cartero de Neruda, antes de partir al otro mundo. Y esto, por supuesto que le concede un toque especial a la película.
Nos queda la impresión de que donde quiera que este Mario, su corazón latirá al recordar los poemas y frases del poeta chileno:
“Es tan corto el amor y tan largo el olvido”
“Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-"
"Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más”
“Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida”
“Para que nada nos separe, que no nos una nada”
“NO HAGAS CON EL AMOR,
LO QUE UN HACE UN NIÑO
CON SU GLOBO,
QUE AL TENERLO LO IGNORA,
Y AL PERDERLO LO LLORA...”
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
- ¡Metáforas, hombre!
- ¿Qué son esas cosas?
- Para aclarártelo más o menos imprecisamente, son modos de decir una cosa comparándola con otra.
- Deme un ejemplo.
- Bueno, cuando tú dices que el cielo está llorando, ¿qué es lo que quieres decir?
- ¡Qué fácil! Que está lloviendo, pues.
- Bueno, ahí lo tienes, eso es una metáfora.
- Y, ¿por qué, si es una cosa tan fácil, se llama tan complicado? ".
- Beatriz. Me la quedé mirando y me enamoré de ella.
- Tan rápido.
- No, tan rápido no. Me la quedé mirando como diez minutos.
- ¿Y ella?
- Y ella me dijo: ¿Qué miras, acaso tengo monos en la cara?
- ¿Y tú?
- A mí no se me ocurrió nada.
- ¿Nada de nada? ¿No le dijiste ni una palabra?
- Le dije cinco palabras.
- ¿Cuáles?
- ¿Cómo te llamas?
- ¿Y ella?
- Ella me dijo -Beatriz Russo.
- Le preguntaste como te llamas, eso hace dos palabras. ¿Cuáles fueron las otras dos?
- Beatriz Russo. Ella me dijo "Beatriz Russo" y yo repetí "Beatriz Russo". "
“Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra"
"Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda"
"Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
¡Ah los vasos del pecho! ¡Ah los ojos de ausencia!
¡Ah las rosas del pubis! ¡Ah tu voz lenta y triste!"
"Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito”
- ¿Qué son esas cosas?
- Para aclarártelo más o menos imprecisamente, son modos de decir una cosa comparándola con otra.
- Deme un ejemplo.
- Bueno, cuando tú dices que el cielo está llorando, ¿qué es lo que quieres decir?
- ¡Qué fácil! Que está lloviendo, pues.
- Bueno, ahí lo tienes, eso es una metáfora.
- Y, ¿por qué, si es una cosa tan fácil, se llama tan complicado? ".
- Beatriz. Me la quedé mirando y me enamoré de ella.
- Tan rápido.
- No, tan rápido no. Me la quedé mirando como diez minutos.
- ¿Y ella?
- Y ella me dijo: ¿Qué miras, acaso tengo monos en la cara?
- ¿Y tú?
- A mí no se me ocurrió nada.
- ¿Nada de nada? ¿No le dijiste ni una palabra?
- Le dije cinco palabras.
- ¿Cuáles?
- ¿Cómo te llamas?
- ¿Y ella?
- Ella me dijo -Beatriz Russo.
- Le preguntaste como te llamas, eso hace dos palabras. ¿Cuáles fueron las otras dos?
- Beatriz Russo. Ella me dijo "Beatriz Russo" y yo repetí "Beatriz Russo". "
“Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra"
"Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda"
"Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
¡Ah los vasos del pecho! ¡Ah los ojos de ausencia!
¡Ah las rosas del pubis! ¡Ah tu voz lenta y triste!"
"Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito”