Una parodia de los cuentos más famosos de Disney. Se ve que los guionistas se obsesionaron por quedar bien con los adultos y con los niños. Contando chistes a cada momento, como si fuera una pasarela de comediantes por ordenador. Entra lo escatológico en esta mezcolanza salvada por la tecnología digital. Y para rematar, la princesa Fiona saltando al más puro estilo Trinity de Matrix.
Pero claro, no olvidemos que estos señores jugando con la tecnología todavía nos quieren dar moralejas. Tontas fabulas, fantasías animadas por computadora. Es divertido ciertamente. Y sobre todo si una de las escenas de Shrek, en la fiesta bailable, le agregamos la música de “la mesa que mas aplauda”, pues es verdaderamente un carnaval cibernético. Pero el ojo fílmico no se cansa de ver, y todavía hay cosas que me sorprende más en el mundo del cine. Y si el gordo ogro del pantano encontró a su Fiona, esperemos que los feos de la vida real también lo hagan, aunque tengan que acudir al recurso de… “cartera mata carita”.