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Voto de RAMON ROCEL:
9
Drama. Intriga Al poco tiempo de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una joven humilde, dama de compañía de una señora americana. De Winter y la joven se casan y se van a vivir a Inglaterra, a la mansión de Manderley, residencia habitual de Maxim. La nueva señora De Winter se da cuenta muy pronto de que todo allí está impregnado del recuerdo de Rebeca. (FILMAFFINITY)
6 de octubre de 2010
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cualidad especial que Joan Fontaine aportó al papel fue una mezcla de delicadeza, belleza, y porte sumiso. Limitada en cuanto a actuación, dio el perfil necesario para el filme de Hitchcock. Y entonces encarna a la señora de Winter. Al lado del apuesto noble británico Laurence Olivier.
Maxim tratará de llenar los zapatos de un fantasma. Siempre con un esbirro diabólico interpretado por Judith Anderson.
Se respira cierto aire enfermo como en “Cumbres borrascosas” pero la verdad es que aquí el amo del suspenso, el gordo Hitchcock juega con nuestras emociones, y nos preguntamos casi durante todo el filme ¿Qué pasa por la mente del atormentado Max Winter?
Las almas sufren, unas por amor, como la joven humilde. Y otras por el peso de una muerta que apesta y que no es en realidad la imagen que proyectaba. Todos cargan con la muerta, una muerta producto de un mundo artificial, donde las apariencias engañan. Todos son perdedores. Todos se calcinan. Y volver a Manderley es una necedad de las almas atormentadas.
RAMON ROCEL
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