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Voto de simón:
3
6,0
8.973
Comedia. Drama. Romance
Dan Burns (Steve Carrel) es un reputado columnista en un periódico en el que ofrece consejos para la vida diaria. Paradójicamente, su propia vida es un caos: viudo y con tres hijas, es incapaz de establecer una relación, y vive del recuerdo de su esposa fallecida y dedicado por completo a sus niñas. Todo empieza a cambiar cuando, durante una reunión familiar, conoce a Marie (Juliette Binoche), la nueva novia de su hermano menor, Mitch (Dan Cook). (FILMAFFINITY) [+]
23 de septiembre de 2008
16 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo dejo para la zona del Spoiler.............
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
--Guión fácil de entender con una historia sin recovecos, sin que el espectador se sienta amenazado por un producto que a priori podría incomodar a intelectos no acostumbrados a la reflexión, si quiera, un poco profunda.
--Presencia de un cómico reconocido, que sólo con su presencia provoque la simpatía del espectador medio, interpretando a un personaje dramático, serio, con problemas y dudas existenciales, que lo hagan más próximo a la persona de a pie.
--Almíbar en tan grandes cantidades que no la haría apta para diabéticos, atrayendo, no sé por qué, a una gran masa de agradecidos espectadores.
--Personajes estereotipados, pero fácilmente reconocibles, entendibles y asumibles por el espectador medio, al único efecto de provocar la empatía de éstos, sin preocuparse en reflejar las distintas aristas de una poliédrica existencia.
--Tono ligero de comedia familiar, tan al gusto del consumidor medio, salpicado por momentos livianamente dramáticos pero matemáticamente calculados, fácilmente digeribles por una ingenua sociedad empeñada en cerrar los ojos a la realidad más oprobiosa.
--Moralina de manual, trazada con el mismo pincel de tantas obras que cantan al amor puro, inocente, verdadero... y en el descubrimiento de nuestro amor eterno, que como no, siempre acaba venciendo; aunque la simulada adversidad intente, levemente, no vayamos asustar al personal, destruir tan bello momento.
--Pequeño, pero finalmente vadeable, drama familiar que a todos podría ocurrir; que intente convencer al espectador que los ricos (en este caso las familias “chachis”) también lloran; que también tienen sus pequeñas cuitas, aclarando, eso sí, que todos nuestros problemas siempre serán solucionables (aunque seguro que en la mayoría de los casos sean más graves, aunque eso no sea importante).
--Disimular los defectos de guión mediante resoluciones casi incomprensibles, con el único objetivo de crear el ilusorio efecto de una absurdidad premeditada y controlada, y de esa forma intentar persuadir al público de un supuesto distanciamiento irónico del mismo.
--Intentar convencer ya desde su título que lo que en ella se cuenta podría llegarle a ocurrir en algún momento de su vida al grueso común de los mortales.
--Final feliz y convencional, con el que provocar las simpatías del personal, ya que éste se sentirá cómodo ante la certeza de que cualquier problema se superará con un ligero y asumible cambio en su vida, sin traumas que pudieran provocar desagradables e incómodas conclusiones.
--Presencia de un cómico reconocido, que sólo con su presencia provoque la simpatía del espectador medio, interpretando a un personaje dramático, serio, con problemas y dudas existenciales, que lo hagan más próximo a la persona de a pie.
--Almíbar en tan grandes cantidades que no la haría apta para diabéticos, atrayendo, no sé por qué, a una gran masa de agradecidos espectadores.
--Personajes estereotipados, pero fácilmente reconocibles, entendibles y asumibles por el espectador medio, al único efecto de provocar la empatía de éstos, sin preocuparse en reflejar las distintas aristas de una poliédrica existencia.
--Tono ligero de comedia familiar, tan al gusto del consumidor medio, salpicado por momentos livianamente dramáticos pero matemáticamente calculados, fácilmente digeribles por una ingenua sociedad empeñada en cerrar los ojos a la realidad más oprobiosa.
--Moralina de manual, trazada con el mismo pincel de tantas obras que cantan al amor puro, inocente, verdadero... y en el descubrimiento de nuestro amor eterno, que como no, siempre acaba venciendo; aunque la simulada adversidad intente, levemente, no vayamos asustar al personal, destruir tan bello momento.
--Pequeño, pero finalmente vadeable, drama familiar que a todos podría ocurrir; que intente convencer al espectador que los ricos (en este caso las familias “chachis”) también lloran; que también tienen sus pequeñas cuitas, aclarando, eso sí, que todos nuestros problemas siempre serán solucionables (aunque seguro que en la mayoría de los casos sean más graves, aunque eso no sea importante).
--Disimular los defectos de guión mediante resoluciones casi incomprensibles, con el único objetivo de crear el ilusorio efecto de una absurdidad premeditada y controlada, y de esa forma intentar persuadir al público de un supuesto distanciamiento irónico del mismo.
--Intentar convencer ya desde su título que lo que en ella se cuenta podría llegarle a ocurrir en algún momento de su vida al grueso común de los mortales.
--Final feliz y convencional, con el que provocar las simpatías del personal, ya que éste se sentirá cómodo ante la certeza de que cualquier problema se superará con un ligero y asumible cambio en su vida, sin traumas que pudieran provocar desagradables e incómodas conclusiones.