Más o menos típica película de profesor de colegio de pijos con altísimo grado de moralidad que, lejos de enseñar, trata de infundir valores a los chavales. Pero claro, no todos aspiran a ser buenos chicos....

La cinta es entrenida, no aburre en ningún momento y se deja ver perfectamente, sólo o en familia, cualquier tarde.

Que nadie espere una obra maestra, no llega al nivel del Club de los Poetas Muertos (ni por guión, ni por tensión, ni por emoción, ni por interpretaciones -Robin Williams es bastante más enérgico que Kevin Kline y con los chicos, idem de idem-), pero repito, se deja ver bastante bien.

Expectativas: Ver una película de relaciones entre alumnos-profesor que emocione
Las cumple?: Sí, bajo estas expectativas, la película cumple bien su papel y llega a emocionar