Poco había oído de este director, Abbas Kiarostami, es más no había visto nínguna de sus obras anteriores, sin embargo, su último trabajo me ha sorprendido gratamente. 'Copia Certificada' es es de esas películas que no tienen un alto grado de allanamiento, ya sea porque no es poderosa en su distribución ni tiene un enorme cartel atractivo. Pues partiendo de la base de que el director de la cinta, ha sido uno de los más influyentes en el panorama internacional como su biografía dice, la crítica que tan bien ha tratado a esta película, y la notabilidad que muestra el filme merece la pena echar un ojo a este título francés.

No es tremendamente cautivadora ni sentimental, pero si mantiene un paralelismo total con muchos significados de nuestra existencia. Kiarostami saca de lo que parece en un principio algo desconcertante y para nada atrayente, un ejercicio simpático con verdadera gana de divertimento.

De menos a más transcurre una historia que con el paso de los minutos se vuelve más que interesante al destaparse el verdadero sentido de la relación de los personajes protagonistas. Se nota que el realizador iraní es un maestro de la fotografía por la serie de planos que ofrece trasladando más cercanía y sencillez. El guión, suyo también, es un sin fin de metáforas existentes como si de alguna poesía hubiesen sido recogidas. Eso junto a la interpretación más de la protagonista que del actor William Shimell es lo más sobresale de este título.

Resulta curioso que a pesar de que toda la película no se mueve del mismo lugar, cobre tal ganancia. No exísten grandes paisajes, ni grandes acontecimientos, pero si exíste un gran giro inesperado. Ahí es cuando la película recoge toda la simpatía que produce y se convierte en algo devoto.

Juliette Binoche, ganadora de la palma de oro por esta interpretación transmite una verdadera complicidad, en este caso con las mujeres que pueden compartir perfectamente lo que su personaje siente y vive. A parte de eso, los gestos, el disimulo pícaro y el sentimiento que entrega es difícil de plasmar. Todo esto al lado de un impecable William Shimell que también entiende lo que tiene que hacer en cada momento, sin perder la compostura y siguiendo el juego tan divertido a Binoche.

Copia certificada es lo más parecido a una terapia reflexiva sobre el paso del tiempo dentro del amor en una historia que entusiasma pero que no termina de expandir más y mas observaciones de la realidad. Por lo tanto, tenemos una película con una dosis tremenda de alegoría, en la que el director planta una semilla para que todo vaya creciendo según lo previsto sin que haya ningún tipo de desproporción. No decepciona en absoluto y causa gran satisfacción por sus grandes diálogos y su puesta en escena simple y al mismo tiempo brillante.