Agua para elefantes

Ese debería ser el titulo de la peli, cuando la vean sabrán porque.
El filme es casi perfecto, una bella historia de amor enmarcada en un circo en los años 30 de Estados Unidos, es decir en la plena Depresión de aquel país. La cinta narra la historia de Jacob, un joven estudiante de veterinaria a punto de recibirse que llevaba una buena vida y todo hacía suponer que seguiría por el mismo rumbo hasta que drásticamente la muerte de sus padres le cambia todo en un segundo. Quedando solo y en la miseria decide irse de su pueblo y caminando por las vías toma sin saber el tren de un circo prestigioso en donde conocerá a Marlena. . .
Las interpretaciones de Pattinson y Witherspoon están correctas y la de Waltz es sensacional, me va costar encontrar un villano que odie tanto como ese personaje.
Como dije al comenzar la crítica, la peli es casi perfecta. Una buena historia, buenos actores, interesantes personajes, una ambientación de época fabulosa pero lo único que no logra conseguir es que Robert y Reese contagien esa química que debe tener una pareja de films de este género.

Esta película tiene de todo para enganchar:
-Tiene animales, para los amantes de las bestias.
-Tiene un amor prohibido, cosa que puede llamar la atención tanto como de jóvenes y adolescentes o bien de adultos y niños.
-Tiene la realidad: Maldad increible.
Es una película sencillamente irresistible. Momentos de ternura y de llorar, pero no de reírse, es una película seria, de la que podran disfrutar cada segundo gracias a lo mucho que engancha esa película.

Un melodrama novelesco ambientado en el circo de los años 30 y que busca emular la realización de los antiguos films de Hollywood.

Gracias a su correcta dirección y sus ajustadas interpretaciones, el film funciona, y aunque no llega a emocionar ni transmitir demasiado, consigue entretener y convencer al espectador.

Quien se amilane de su visionado por culpa del Pattinson, o sienta ripia por los romances pastelosos, se va a sentir gratamente sorprendido: la historia de amor sólo es un apunte dentro de la trama, lo cual se agradece mucho, y se llena de detalles y matices relacionados con el mundo del circo por ese entonces, en la época de la Gran Depresión.

Recomendada por tanto a todos los públicos, y aunque faltó mayor oficio del realizador y de los intérpretes para consiguer hacer una cinta inolvidable, tan solo por el amor a los animales que destila y por su valoración de la búsqueda de la felicidad personal, sólo por eso merece un visionado respetuoso.

Cuando lees las críticas y las votaciones (sobre todo lo que a críticas de periódicos se refiere) se nota de lejos quién ha leído el libro de Sara Gruen y quién no. Quizás los actores no hayan sido la mejor elección pero lo que es la trama y el desarrollo de la película no podían ser más fieles a la esencia del libro. Cuando te enfrentas a adaptaciones de novela siempre vas con miedo, con el pensamiento de que van a fastidiar una buena historia. En este caso no fue así, vi la historia reflejada en imágenes tal y cómo me las había imaginado en mi mente, no faltaron detalles ni introdujeron escenas diferentes por darle un toque más atractivo para el espectador. Si bien se le podría haber dado más drama o un toque más “made in Hollywood” creo que lo hubiera alejado de la realidad del libro. Y de esta manera se reavivaron mis esperanzas en las adaptaciones…

El realizador de "Constantine" y "Soy Leyenda" (todavía no me lo puedo creer) adapta el estupendo best-seller de Sara Gruen de una forma correcta, comedida, y estilosa con la ayuda del impagable operador Rodrigo Prieto y del genial compositor James Newton Howard en una superproducción de la Fox. Debo admitir que me ha gustado casi todo de esta película, que en ocasiones (muchas) me recordaba a un episodio largo y almibarado de la serie de la HBO "Carnivàle". Los actores están todos estupendos (incluso el amigo Bob), destacando al veterano Hal Holbrook, y es la primera película de Robert Pattinson que me permite ver los créditos finales. Es curioso la cercanía de la época de la Depresión Americana con la actual y como me he sentido identificado con esos currantes del circo, que trabajaban bajo la tiranía de un mezquino y tragaban toda la mierda que debían para obtener un plato de comida en la mesa. No es una película de denuncia, ni mucho menos, pero tiene pequeños mensajes subliminales que no están nada mal si tenemos en cuenta que vienen desde el mismísimo Hollywood.