Black Snake Moan

Cinta sin ninguna aportación con un L. Jackson que deambula sin esfuerzo y que no llegando a aburrir permite pasar un rato pero nada más. En conjunto es una película del montón a pesar de prometer más. Cristina Ricci hace un trabajo muy pasable y llega incluso a divertir.

Hay un problema fundamental que yo llamo pseudo fraude cuando uno ve un trailer; y es que a menudo se te vende algo como lo que realmente no es.
Cuando uno ve el trailer de esta película, se espera lo que ves, durante buena parte del metraje. Es decir, la relación entre dos personajes bien escritos, en una situación más que peculiar. Uno de ellos, un anciano redentor de buen corazón, tosco y tradicional, y el otro una chica a priori idiota, infantil, y llena de problemas, pero que según se avanza empiezan a aparecer las complejidades de uno y otro, en especial las de ella. Uno espera ver una película en donde lo que se ve en el trailer sea el grueso de la película.
Pero no.

No estoy diciendo que esta película sea mala, pero al final el regustillo es de que falta algo, de que han tirado por donde no debían tirar, y que lo interesante, que es lo de la chica encadenada por su bien, no ocupa mucho porque ella de repente sufre la catarsis. Es más realista, sí, pero esto es cine, y yo me esperaba más desarrollo a ese respecto, más chicha con lo del cautiverio terapéutico. Porque la idea es buena, y desde luego da para un montón de escenas llenas de tensión y humor, que no han sabido aprovechar.

En cuanto a las actuaciones, Samuel L. Jackson está en su salsa. Y aunque no ha tirado demasiado por la exageración, desde luego el papel le queda como un guante.
Ricci, esa mujer con aspecto de eterna adolescente, siempre ha sido una actriz que ha sabido usar su físico sin que resulte chabacano y obvio. Es una belleza extraña de ojos enormes y escasa estatura, que anda siempre en el límite de lo que es normal y una modelo, resultando cercana tan solo por eso. Es decir, que te la puedes creer. Y más interpretando a un desastre con patas como en este caso.

Los secundarios no aportan casi nada, a pesar de que Justin Timberlake sigue estando bastante desaprovechado en mi opinión. Aunque hay personajes simpáticos gracias a los cuales se va dibujando a la perfección el ambiente de un típico pueblo rural estadounidense.

Lo único que de verdad chirría es la escena del concierto de blues. No sé qué pretendían con esa parte del guión, pero se queda uno bastante confuso. Se supone que había que evitar situaciones así, y de repente el tradicional cristiano que se aferra a la biblia se lleva a la menda con trastorno sexual a la que intenta curar a que zorrée a gusto entre twerkings y negrazos sudorosos. En fin, que alguien me lo explique.

En definitiva, una película interesante con algo de sentimentalismo y buen rollismo que es menos de lo que prometía el trailer, pero que tampoco está mal.


PS:En estos tiempos, se agradece ver una película en donde se imparte dos o tres pildoritas rojas, y en la que no importa que salgan mujeres que son malas como ellas solas (y no hablo del personaje de Ricci). Las personas son buenas, son malas, son complicadas, sin importar su sexo o raza. En fin, cositas que no gustan nada a las del akelarre del 8-M.

Vaya peliculita....
Ardientes escenas casi pornográficas y el duo formado por tito Jackson y Ricci hacen que la película tenga algo.......y no se el qué.
Brewer dirige esta rareza (como lo fue Hustle & Flow) haciendo que sea buena sin motivo.