Knightfall (Serie de TV)

Divertida como serie de peleas medievales. Muy buen vestuario y escenarios. Si nos paramos en las referencias históricas, es una serie superficial, que no duda en cargarse la historia europea e inventarse dinastías y reinos que nunca fueron. Aunque este tipo de cosas sean muy de la fábrica de EE.UU., no comprendo qué costaba haberse documentado un poco mejor. Parece que es de masiado esfuerzo para algunos.

Crítica escrita tras ver la primera temporada completa.
Esta serie está pensada claramente para aprovechar el éxito de la ficción histórica de los últimos años. Lo bueno es que el mundo de los templarios no había sido muy explotado hasta ahora, a pesar de ser una parte de la Historia un tanto popular, gracias a “El código da Vinci” y la saga de juegos “Assassin’s creed”. Esta orden monástica conlleva una cierta fascinación y halo de misterio que puede dar muchísimo juego en una superproducción como esta. También establece una cierta conexión con la leyenda artúrica, tan recurrente en el cine y la televisión de toda la vida.
La aparente contradicción de ser monjes guerreros es muy llamativa y nos hace ver una vez más la profunda hipocresía de la religión en la Edad Media.
La serie es muy comercial y entretenida, lo que hace que ciertas cosas que van a pasar sean un poco predecibles. Me recuerda mucho a los mencionados juegos de “Assassin’s creed”, tanto por la temática como por la batalla del principio en Acre, a pesar de que todo huele a demasiada informática en esa secuencia en concreto. Al menos se nota el esfuerzo que la productora ha empleado en imprimir épica a las escenas de batalla, pues llega a serlo casi como las mejores películas hechas para la pantalla grande.
Tiene todos los elementos habituales de la ficción histórica de calidad de los últimos años. Hay una buena banda sonora (aunque no grandiosa, y sobre todo han trabajado mucho la ambientación. No falta un espectacular vestuario y ambientación de las calles y las construcciones (tanto exteriores como interiores), que están realmente muy bien conseguidas.
Violencia y sexo también están presentes, aunque algo más comedidos que en otras series del estilo. Como diría Jon Nieve en la séptima temporada de “Juego de tronos”: “No hay tiempo para eso”.
Otro elemento clásico del género son las típicas intrigas de palacio. En esta época, los asesinatos, complots y matrimonios de conveniencia por poder eran costumbre en la clase alta. Pero en el caso de “Knightfall”, me han sorprendido gratamente porque no me esperaba muchos de los giros y cambios de bando de los personajes en las diversas y muy interesantes tramas.
La labor interpretativa del no muy conocido reparto quizás no sea el mayor punto fuerte, pero tampoco está mal, aunque en este caso lo más importante es el argumento y el diseño de producción.
Otra cosa a agradecer es que los capítulos son cortos. Esto da lugar a que pasen muchas cosas en cada una de ellos y que la serie no sea pesada ni lenta en ningún momento. Tiene bastante mejor ritmo que otras grandes producciones como “Los Tudor” o “Black sails”, por ejemplo, donde todo iba mucho más despacio.
Y si todo está tan bien (tan de sobresaliente, diría yo), entonces, ¿por qué tiene una nota media tan baja en esta página web? Pues no tengo la menor duda de que es por la gigantesca metedura de pata de confundir el reino de Aragón con el de Cataluña. Pero me parece exagerado que una serie tan buena se esté llevando tan malas críticas solo por la situación política de España en estos tiempos (2018) y lo que a muchos les duele un error de tal calaña.
Hay que entender que esta, como otras muchas series y películas, es meramente de ambientación histórica, y ello no implica necesariamente rigor académico.
No he visto tantos gritos en el cielo con la batalla de Kadesh de “Exodus. Dioses y reyes”, que la hace Ramsés II como príncipe en la película, y no como faraón como pasó en realidad. ¿Nadie se mete tanto con la belleza de Michelle Jenner que nada tenía que ver con el rostro de Isabel la Católica? ¿Tan mal estaba “Isabel” por sacar la catedral de Cádiz antes de que estuviera construida? ¿Y que hay de las cartas escritas en inglés en las adaptaciones de Alejandro Dumas? ¿Y esa escena final de Hitler en “Malditos bastardos”? ¿Y el anacronismo visual de “300” y “Spartacus”?
Podría seguir así hasta la extenuación, pero la ficción es eso, invención. Para lo otro ya están los documentales, que nos dicen que lo que existía en aquel entonces se llamaba Reino de Aragón, cierto. Pero esta primera temporada de “Knightfall” me ha encantado, y no voy a dejar de ver ni de disfrutar al máximo una serie tan buena como esta, solo porque le den esa gran patada a la Historia de España.