Amigos con derechos

Película convencional, con clara vocación comercial, con un Kutcher como siempre, inexpresivo, e incapaz de dotar de personalidda propia sus personajes, algo que desgraciadamente pasa con mucha frecuencia en la gran mayoría de actores de su generación. Portman que ha demostrado ser una actriz de bastante talento, se pliega demasiado a esta comedia romántica de pareja, que por muy propmetedora que sea su propuesta inicial, cae en lo más soso y previsible de su argumento. Lástima que Kevin Kline, se encuentre en este tipo de productos. De una cosa estoy seguro, a las adolescentes les gustará, no es necesario que explique el porqué.

Para mi gusto, adolece de prácticamente todos los defectos que se pueden encontrar en una comedia romántica hoy en día: poco humor y mal llevado, aburrida durante gran parte del metraje, poco arriesgada y muy, muy previsible. Se podría pensar que la pareja protagonista puede merecer la entrada, pero no: ni se compenetran ni forman una sociedad con chispa.

Una lástima el estancamiento de Ashton Kutcher, al que no paran de ofrecerle los mismos papeles una y otra vez, y una Natalie Portman muy lejos de lo mejor que puede dar. Los secundarios se muestran correctos y añaden algo de pimienta al film, pero no es suficiente.

Muy pasable, sinceramente.

Justo cuando comenzaba la historia de esta película y se llega al punto en que, Adam y Emma optan por asumir como regla ser nada más que “amigos sexuales”, sin pretensiones de poseer, sin celos ni exclusividades, sin mentir… ¡sin enamorarse! y comienzan a mostrárnoslos en su apetito insaciable en uno y otro lugar, se me vino a la memoria un maravilloso recuerdo de hace ya bastantes años, cuando, un día viernes después de la jornada laboral, salí con un compañero de oficina en dirección a El Castellano, el agradable establecimiento de otro amigo, donde solíamos jugar billar cuando menos una vez a la semana. En el instante en que elegíamos entre las mesas que aún quedaban libres, vimos a un par de preciosas chicas -una rubia y otra trigueña- que, sin experiencia alguna, se las ingeniaban para jugar billar-pool. Al mirar más de cerca a la trigueña me resultó preciosa y entonces les ofrecí nuestra disposición a enseñarles a jugar.

Al rato, mientras departíamos tomándonos unos rones y podía sentir el cuerpo de aquella chica muy cerca al mío mientras le enseñaba a tomar el taco, comencé a sentir que me encantaba, al tiempo que me hacía a la idea de que era correspondido por la manera como ella reclinaba la cabeza contra mi pecho cuando le explicaba algo.

No tardamos en volver a encontrarnos… y lo que siguió de ahí en adelante y por cerca de dos años, se asemeja harto a la relación que sostienen los chicos de “SIN COMPROMISO”, con reglas parecidas y con algunas de las cosas que entre ellos suceden.

Esta es la suerte de experiencias que hacen que uno pueda conectarse a plenitud con un libro, con una canción, con una pintura… o con una película. Y los demás quizás no lo entiendan o lo consideren absurdo, pero, hay cosas que no se comprenden hasta que no se han vivido.

Tengo que decir pues que, la película de Ivan Reitman, me resultó encantadora, vivencial, verosímil, progresista y deliciosamente romántica. ¡Natalie Portman lo hace de maravilla! Luce muy bella, con una gran simpatía y haciendo alarde de un desenfado encantador. Su compañero, Ashton Kutcher, resulta un tanto limitado en su histrionismo y sus movimientos los hace con mucha pesadez, pero lo compensa un rostro amable y una mirada que luce sincera.

Hay que reconocer que, Kevin Kline como Alvin “El gran Scott”, se faja una simpatiquísima presencia y el conjunto restante de actores de reparto cumple satisfactoriamente con lo encomendado, sobre todo las chicas que funcionan plenamente a tono.

Puedo, pues, recomendar esta película… y hasta hay en ella una hermosa frase que se me ha quedado grabada: “Hay dos maneras de vivir la vida: Una, como si nada fuera un milagro. La otra, como si todo fuera un milagro”.

Título para Latinoamérica: “AMIGOS CON DERECHOS”

Yo me lo he pasado bien, la verdad -esperaba menos de ella- con esta película de REITMAN padre (porque su hijo, Jason, fue el director de “JUNO”) en la que además sale Kevin KLINE, que diantre, interpretando al padre de Ashton KUTCHER y menos maduro que él, quien iba a decirlo...

Y se nota que en el guión hay una mano femenina, la de Elizabeth MERIWETHER, porque eso de decir que el 'no va más' -o lo peor, je, je- del amor, es dormir abrazados y ¡vestidos! me ha hecho gracia también porque tiene un buen trasfondo, aparte de ser cierto, aunque se lidie igualmente con expresiones como la de “follamigos”, “sexoamigos”, “amigos con privilegios”, etc., para rotular una relación que no quiere ser rotulada -que es como suelen empezar la mayoría- ;)

(Los protas están bien pero, aparte del gran Kline, destaco la intervención de Lake BELL, como la secretaria de rodaje con gafas, que así a lo tonto a lo tonto compone un buen perfil y con premio al final ;) Y a mí Ashton Kurcher no me molesta para nada, es más, a veces hasta envidio a Demi Moore, je, je :)

Sin compromiso" es la nueva película de Ivan Reitman, un realizador que inició su carrera a finales de los 70 y principios de los 80 con filmes de carácter gamberro como "Los incorregibles albóndigas" y "El pelotón chiflado" y que logró el éxito internacional con "Cazafantasmas" (su mejor peli). Desde entonces se convirtió en un asalariado de Hollywood, realizando comedias para mayor gloria de sus intérpretes (como las que hizo con Schwarzenegger y Danny DeVito) y que en los últimos años se había devaluado, con las mediocres "Evolution" y "Mi super exnovia". Paralelamente, su hijo Jason ha ido "in crescendo" con cintas como "Juno" o "Up in the air", que el propio Ivan Reitman ha ayudado a producir.

"Sin compromiso" no viene a aportar nada mejor a la filmografía de Reitman, que en esta ocasión crea la típica comedia de manual, de esas que sabes casi todo lo que va a suceder en todo momento. Se nota que Natalie Portman necesitaba descargar las tensiones de su exigente papel en "Cisne negro", porque aquí anda con el piloto automático puesto todo el rato. Ashton Kutcher está igual que siempre, lo que tampoco es decir mucho. Todo muy ramplón para una comedieta que no molesta mucho pero que tampoco dice gran cosa. Lo más salvable es el papel secundario del gran Kevin Kline, que roba el protagonismo cuando está en pantalla.

Hay quien dirá que se trata de comedias románticas que sólo pretenden hacer pasar el rato y que tampoco hay que pedirles demasiado, pero como en todo las hay mejores y peores. Me estoy acordando de filmes recientes como "500 días juntos", "Salvando las distancias" o "Amor y otras drogas" y ahí si que te sientes más o menos identificado con los personajes y te interesa lo que les sucede.

Así pues, película justita que puede llegar a gustar si se ve sin esperar demasiado.