El mundo secreto de Arrietty

Para empezar he de decir que soy un enamorado de las películas de este estudio japones de animación. Empece a sentir atracción hacia ellas tras ver, hacia finales de los noventa (con unos 12 años), la mágica y épica "Princesa Mononoke".

Imagínense la ilusión para un fan reconocido del estudio por ir a ver al cine su nueva obra. Pues bien, al salir de la sala las sensaciones fueron extrañas, mi boca se impregnó de una sensación agridulce.
Por un lado estaba satisfecho, pero por otro lado sabía que a esta película le falta más ritmo durante su nudo, esa chispa y toque mágico que no han sabido (por lo menos me da la sensación a mi) plasmar en la cinta. Os preguntaréis por qué pienso esto, pues bueno, es algo que voy a tratar de explicar en las siguientes líneas.

Puedo afirmar, y no creo que nadie diga lo contrario, que tanto la música como la fotografía y animación de la película son prácticamente impecables. Los problemas llegan cuando a una buena idea no se le saca todo el jugo o no se plasma correctamente.
En este caso la película empieza bien: presentación de los respectivos personajes (diminutos y no diminutos), planos perfectos, aventuras, encuentros entre Arietty y el chico humano, etc. Pero no avanza como debería haberlo hecho. Habría sido más apropiado un personaje mas elaborado y maligno dentro de la casa en decrimento de Haru .
Da la sensación en algunos puntos que no saben por donde avanzar y eso le pasa factura al film. Además, la inclusión del diminuto indio (no recuerdo su nombre) tampoco aporta mucho (tan solo aparece en varias ocasiones). Eché de menos un giro de guión que complicara mas las cosas.
La calidad del estudio en cada imagen y segundo es increíble y no se pone en tela de juicio, pero creo que en esta ocasión le ha faltado un poco más de guión.

Saludos.

Maravillosa película de animación llena de mensajes de amor, amistad, tolerancia y comprensión. Nos enseña y demuestra que la amistad está por encima de cualquier traba o problema, sea del tipo que sea, en este caso la diferencia de tamaño. La amistad, casi imposible, entre un humano y una "persona diminuta" se nos muestra aquí en forma de poema visual, utilizando como fondo la Naturaleza en su máximo estado de exuberancia, con una belleza que embriaga los sentidos y el alma y aderezada además con una banda sonora preciosa y acertadísima. Pequeña joya a la altura de "El viaje de Chihiro", "El Castillo Ambulante" o "La princesa Mononoke". Recomendadísima para almas sensibles y soñadoras. Para las que no lo son tanto, también, porque durante 94 minutos (duración de la película) el alma embriaga el cuerpo y la mente transportándonos a un estado onírico del cual no quisiéramos salir.

Hiroyamasha Yonabayashi se iniciaba en el mundo del largometraje de animación infantil con el apadrinamiento de uno de los míticos del género: Hayao Miyazaki, en labores de guión aquí. La historia, eso sí, parte del material literario de Mary Norton.

El personaje de Arrietty, una jovencita tan diminuta como intrépida, será el centro gravitatorio de la historia. Élla, convive con sus padres, a escondidas bajo el suelo de una casa en la que son felices, pero precavidos. Precavidos de no ser vistos por ningun ser humano. Temerosos por su posesiva conducta, los evitan. Todo cambiará, para los diminutos, cuando la muchacha sea sorprendida por Shô, un niño recluido en la casa por motivos de salud.

Bondadosa y amable cinta la aquí brindada por el mítico Studio Ghibli. Las preciosistas imágenes se sirven de una técnica artística muy depurada y de indudable calidad, que unidas a una emotiva BSO, nos acaban por brindar, en bandeja de plata, una historia tan triste y melancólica como cálida y vitalista, dentro de la cuál se esconde una sabia lección para los más pequeños: observar al desconocido, y comprenderlo.

Otra preciosidad de los estudios de Hayao Miyazaki que, si bien no está dirigida por el maestro, engloba buena parte de su impronta. Al acceder a una producción ghibli, uno no intuye, sabe de sobra lo que va a encontrarse y sin embargo, una y otra vez vuelvo a sorprenderme con la belleza en imágenes que se va reproduciendo ante mis ojos, los cuales, sumidos en la fascinación, van agrandándose paulatinamente, hasta casi salirse de las órbitas, incapaces de asimilar tal maravilla.

Hermosísima fantasía bañada en una especie de solución a base de delicada ternura y encantadora melancolía, que sobrecogerá a aquellas almas que todavía conserven algún átomo de pureza.

Me alegro de haber visto esta película en Blu-Ray porque es un orgasmo para la vista. La alta definición sienta a Ghibli de maravilla y hacía mucho que no veía algo tan bonito en una pantalla.

El novato Yonebayashi crea una historia, basada en el libro de "The Borrowers", íntima y sin complicaciones. La vida de Arietty se lleva toda la atención del espectador, pero es sin duda el mundo creado lo más destacable. Los diminutos viven intentando ocultarse de los humanos pero tomando prestadas algunas de sus cosas que necesitan para subsistir.

Quizás no sea la historia más bonita contada por Ghibli, pero el mundo que gira en torno a la película sí que lo es. Quien quiera ver un cuadro, una obra de arte en movimiento, que le eche un vistazo a "Arietty y el mundo de los diminutos".