El Cuaderno de La Muerte (Serie de TV)

Death note es algo jamás visto, ni en cine, ni en series ni en ninguna otra creación del hombre. Valorar Death Note como obra maestra es algo que incluso puede quedarse corto.
Un increíble argumento, un guión asombroso y unos personajes perfectos a más no poder acompañados de una acertadísima animación y una mas que audible banda sonora hacen de esta serie una delicia para todos los sentidos. Las atmósferas creadas mediante la música, con temas orquestales que marcan la intensidad capítulo a capítulo y unos giros en el guión absolutamente impredecibles que te dejan con la boca abierta elevan la serie a la categoria de excelente.
Toda expectativa inicial que se tenga con esta serie se acaba quedando corta y requiere de una atención muy exigente por parte del espectador para ir enlazando todos los nudos argumentales que van emanando capítulo a capítulo y que tienen un muy adecuado desenlace.
A pesar de que la serie puede sufrir alguna que otra pérdida de ritmo, es algo comprensible y en ningún momento reprochable ya que mantener semejante nivel durante todos los capítulos es una tarea muy difícil. Sin embargo el resultado global de la serie es más que positivo y aconsejable, desde el capítulo uno hasta su final.

No soy muy asiduo a los animes. Realmente he visto los pocos de mi niñez como Dragon ball, Caballeros del zodiaco, Chicho Terremoto, Ranma, y luego pasando también por niñadas como Doraemon o Pokemon. Y lo único que ahora veo es Naruto (¡dios mio, no acabará en la vida!). Pero un día un amigo me recomendó esta serie y dije: por qué no. Y, realmente, la sorpresa fue importante. No sabía que me podía encontrar algo tan serio, tan bien argumentado, con dos personajes con tantísima fuerza, con tanta imaginación, e intensidad. Sin duda es difícil que no te enganche.
Tiene una de las mejores notas en FA en valoración y no es porque sí, sino que lo vale y debe ser vista por todos porque seguro que pasan unos buenos días. Que hoy en día es difícil ver algo bueno y original.

La serie empieza con muy bien, te presentan los personajes y el poder del libro y pronto te encuentras dentro del mundo DN. A partir de ahí es una sucesión de enfrentamientos, sorpresas y juegos muy emocionantes. A ello le sigue un momento que marca la serie, que parece que la hunde pero que realmente si le das un oportunidad no te deja mal, incluso le encuentras sentido.

Sin duda, una serie poco común, poco común por ser muy buena.
Y, sobretodo, agradezco que solo sean 37 capítulos, que los mejores perfumes están en frascos pequeños. Y lo digo, especialmente, porque si algo está matando a Naruto es hacer lo inverso, alargarla hasta la saciedad.

En el Expomanga 2008 se notó una predominante moda que todavía sigue dando coletazos otakuteros. Yo me pregunté qué ‘moño’ era ese cuaderno mortífero de color rigurosamente negro. Pensaba que era una nueva moda gótica o emo exportada al mundo anime… pero no, allí se escriban nombres y ocurrían cosas. También un ser demoníaco se asociaba a la serie… Yo, que estoy muy desvinculado desde hace siglos de ese mundo, me preguntaba los entresijos de tantos disfraces horteras y chillones. ¡Les envidiaba! En mi época, sobre todo antes de meterme en mi ataúd, no se hacían esas cosas. Los friquis vivíamos en la absoluta clandestinidad… esperando que un día nublado por un futuro distante pudiésemos sacar nuestros trajes impregnados de friquísimo, cosidos a mano en la nocturnidad de nuestras vidas y lucirlos sin que nos llamasen mariquitas muertos de hambre, meretrices baratas o gilipollas. Años después los otakus llenaron con su colorido las calles y la vida de muchas personas y Lady Gaga y el chonismo completaron el componente mediático y social.
¡Y ahora, para mi desgracia, visto con polos y camisas burberrys sacados del siglo pasado!

Iba a anotar mi nombre en esa revista hasta que un amigo me explicó todo: allí se apunta un nombre y la palma en cuestión de segundos. Esperanzado con acabar con la crisis mundial decidí comprar unas de esas libretas de color negro… pero el merchandising para otakus es tan caro… pero tan caro que tener cibersexo de pago con medio Japón es más económico que comprarse tres posters, dos libretas y la colección en DVD de marras. Seguramente e irónicamente sea para morirte.

Pasó el tiempo y yo tenía hecha mi ‘Death Note’ casera con un cuaderno de los ‘chinos’ negro y escrito con tipex aquello de lo de ‘Death Note’… pero me faltaba un detalle, un importante detalle. ¿¡Qué tenía que hacer con la libreta asesina!? Así que tuve que ver la serie. Arranca muy bien sobre todo porque el cuaderno viene con instrucciones… no como el mío que tenía el tique como único referente en el reverso de la tapa frontal. Cutre-total, vamos.
Pero la serie tiene un problema insondable. Esta muy bien ese juego teen de deducción entre Light y L. De esa prueba moral de una persona inteligente de convertirse en un Dios (para el crimen) llamado Kira. Evitar matar… matando. Podría ceder hacía otros terrenos que poco interesan a su target al otro lado de la pantalla. La serie tiende hacía lo típico-tópico con puntos de inflexión que la hunden en la miseria. Con la inclusión de clichés, como la de típica colegiala tontorrona que no aporta nada al conjunto, lo derrumba… y para colmo se desvía de sus intenciones iniciales con un giro que la derriba en caída libre. ¿Fallida por su descendente y defraudante recta final?

Las buenas ideas, al fin y al cabo, buenas ideas son, ¿no?

He de comenzar diciendo que no soy un consumidor asiduo de ánime, he visto poco pero lo suficiente para percatarme de que hay productos muy superiores a Death Note.
Puestos a comparar, Death Note es el Lost oriental, con ello quiero decir que al igual que Lost es una serie muy sobrevalorada, que cuenta con una legión de seguidores obcecados incapaces de analizar la realidad con un mínimo de objetividad.

Suele haber un consenso generalizado sobre la calidad de Death note. La mayoría coincide en que Death Note degeneró a partir del episodio 26, tras un momento clave en el desarrollo de la serie. En mi opinión eso es una falacia. La serie degeneró mucho antes de ese suceso, digamos que 6 o 7 episodios antes, cuando la serie decide cambiar "de aires" e incluso varía su opening.

Death note posee una primera tanda de episodios de una gran calidad. Si la calidad de la serie hubiese sido uniforme le daría de puntuación un 9. Pero no, no puedo otorgarle más de un 5 a una serie de 37 episodios que comenzó su declive con tan sólo 17 o 18 episodios emitidos.
Porque no crean que se trata de una ligera bajada en la calidad, se trata de una monumental caida en que la serie se convierte en una frikada insufrible. Por si fuera poco, el ánime decidió variar el final del manga, el cual es infinitamente superior.

La apruebo por respeto a los buenos momentos que me proporcionaron los primeros episodios.

La serie empieza siendo EXCELENTE. Con un poco de fantasía bastante manga y cuatro reglas 'policíacas' van emergiendo elementos que no solo se quedan en unas pesquisas del todo geniales, sino que van tomando significado con una calidad que yo llamará literaria. 10 capítulos de una inteligencia impresionante y muy coherente. Pura estrategia y deducción entrelazadas de un modo que, entre golpes sorpresa y razonamientos, hacen que el que ve la serie siga las jugadas de los dos protas no como espectador, sino como mente implicada; porque, al menos es lo que a mi me ha pasado, en general la resolución de los problemas llega justo un instante antes de que el espectador los piense, casi una vez que ha intuido la solución, y al momento 'lo ve' con todo lo que implican. Así en general, menos en un par de giros muy efectivos por sagaces e inteligentes, y en un par de fallos que tuvieron los protas a la hora de actuar y que, como estos primeros capítulos te hacen pensar e incluso implicarte, dices 'uyy... por aquí igual te pillan', pero luego que buenos son.
A veces yo pensaba 'joder lo que se han complicado, hubiera sido mucho más fácil hacer x', pero se perdona porque todo sigue siendo coherente y esa complicación hace que las cosas tomen un significado más allá del argumento.

Después;
Los cinco capítulos siguientes cojean, son un pelín exagerados e incluso poco originales. Todo sigue siendo coherente y la serie, hasta ahora, te sigue haciendo pensar.

Pero luego....
No se qué pasó, imagino que los guionistas dijeron "aquí se acaba la serie" y los productores "oye de eso nada" y cogieron a otros guinistas o siguieron con los de antes pero estos pasaron de todo... El caso es que se vuelve vulgar y acaba siendo mala, muy mala. No te hace pensar, se basa en sorpresas estúpidas en las que uno de los protas se hace una paja mental con las pesquisas sin tener en cuenta ni los elementos ni los objetivos y el otro prota se hace otra más grande para acabar concluyendo 'jajaja, te he visto venir y por eso me he corrido más que tú'. Lo digo así porque es una guarrada lo que hacen a partir de más o menos del capítulo 15, y va creciendo. Se abren hilos argumentales que no vienen al caso o continúan los que ya hay con incoherencias o cosas que tendrían que haber dicho en la primera parte y que como no lo hicieron se las sacan de la manga. LLeno, ahora, de normas y razonamientos contradictorios entre sí o incluso -y esto es lo peor- contradictorios respecto a los buenos argumentos de la primera parte.
Y todo para justificar unas estupideces que hubiera podido resolver shaggy sin su perro tonto.
Eso, una muy mala segunda parte que hace, además, que la primera -impresionante como ya he dicho- se vuelva una mierda. Y eso es imperdonable. Es tan mala que han conseguido que, después de haber gozado mucho, la única sensación con la que me quede sea la de decepción. en mayúsculas, DECEPCIÓN.

Total que... en el spoiler (sin ningún spoiler)