Frío como el acero

Es la típica película estándar de acción de personajes inflados de esteroides, machistas y con conductas sexistas, con una gran colección de tiros infinitos de metralletas (eso de pensar que cada cargador tiene un límite de balas es muy mainstream) y muchas explosiones al mínimo roce de contacto entre automóviles o balas contra vehículos. El filme se hace entretenido de ver porque en poco tiempo suceden muchas (demasiadas) cosas y si te gusta la estética heavy o la de los moteros Harley-Davidson te gustará por lo visual que es. Pero tiene sucesos y formas de actuar de personajes, sobre todo del villano que son realmente estúpidos. En cuanto piensas un poco en lo que está sucediendo, ves lo ridícula que es.

En cuanto a los personajes, por un lado tenemos al protagonista, un vikingo reconvertido a motorista/heavy metalero que por la cara que pone tiene pinta de cagar ladrillos. ¡Se pasa toda la película pavoneándose como si fuese más duro y chulo que Stallone y Schwarzenegger juntos! Pero, eso sí, tan malo como ellos como actor. Por otro lado, tenemos al malo, malísimo, un madurito cuarentón o cincuentón. Este tipejo debió de molar mucho de joven para los de la banda, porque ahora está hecho trizas y cualquiera de los chulitos de alrededor que le protegen podrían tumbarlo de un soplido. Inexplicablemente todo el mundo le respeta, teme y le aguantan todas sus gilipolleces. Después tenemos a los dos escuderos de los dos que acabo de explicar. Ambos no son nada destacables excepto por la estupidez antes mencionada. Y el escudero del villano se lleva la palma por lo hostiable que es, pero tranquilos, ¡que deja de aparecer antes que los demás!

En cuanto al argumento, el musculado y para nada atlético del tocho de protagonista (el que come lasañas de hormigón armado), se debe de infiltrar en esa banda de moteros gracias a la encrucijada que le provoca el FBI al estar suspendido como policía (¿de qué me sonará eso?). Por los hechos del supermercado del principio, deducimos que es más malote que Harry el Sucio y que por esa forma tan macha de solucionar los conflictos le han suspendido.

En fin, la película es muu tonta pero es divertida de ver si te van las hostias, explosiones, motos custom o el heavy metal. Si eres de la corriente gafapasta, alguien con un poco de sentido común o eres una chica que no le gusta lo antes mencionado, no sé si aguantarás toda la película. Es más, si eres una tía, estarás cabreada por como desprecian y tratan como carne sin valor a las pocas chicas de la película. Me he indignado hasta yo, ¡que soy un tío!